«La tecnología debe estar al servicio de la humanidad»

–¿Qué prima en el desarrollo de la inteligencia artificial?

–Son tres los pilares básicos: uno ético, otro jurídico y otro tecnológico. Indudablemente, para controlar lo que va a ser el desarrollo de la inteligencia artificial no influirán solo cuestiones técnicas. En la regulación tenemos un impacto a los derechos fundamentales, quién va a asumir la responsabilidad de la utilización de los sistemas y cómo vamos a regular esos sistemas.

–¿Qué importancia tiene la ética en esta materia?

–La ética tiene un impacto muy importante. Cuando desarrollamos cualquier tecnología siempre tiene un impacto en la sociedad, positivo y negativo. ¿Cuál es el valor de la ética? Hacerlo de tal manera que sea lo más positivo posible para la sociedad, minimizar los riesgos que pueda haber y sobre todo siguiendo las directrices que marca la Unión Europea que tenga un enfoque humano: la tecnología debe ser en beneficio de la humanidad y no sea la humanidad la que se tenga que poner en beneficio de la técnica.

–¿Qué ha establecido la UE?

–Básicamente se centran en tener un control de lo que es la inteligencia artificial. Por un lado, van a estar controladas las decisiones que se tomen por humanos, que son finalmente los que van a tomar la decisión. Y, por otro lado, se quiere integrar al máximo de personas posibles. Por ejemplo, si nosotros tuviésemos un sistema, que ya existe en Japón, de robot para cuidar a personas mayores, puede llegar un momento en que ese robot impida salir a la persona mayor de su casa porque puede ser peligroso. Hay que plantearse hasta dónde podemos limitar la autonomía de las personas por medio de la tecnología.

–¿Está suficientemente regulada la inteligencia artificial?

–Los principios éticos, que es el primer paso que ha dado la Unión Europea, nos dan unas pistas sobre cuáles son los valores que se van a respetar. El reto es cómo integrar esos principios ético-filosóficos en un sistema jurídico. En este punto existen dos preguntas que tenemos que resolver: ¿Necesitamos realmente una nueva regulación? ¿Cómo adaptar la regulación que tenemos en la actualidad a los sistemas inteligentes? Dentro de los siete principios éticos que impone la Unión Europea, algunos son muy sencillos, por ejemplo la privacidad y no discriminación. Otros son un poco más complicados; como por ejemplo quién va a ser el responsable. En estos casos es donde se presentan los retos jurídicos que nos interesan dentro de la regulación de la inteligencia artificial.

–¿Para evitar un crimen puede ser más fiable la inteligencia artificial que la humana?

–Depende. En reconocimiento facial en sistemas de seguridad los resultados estudios han sido nefastos. Así en ese sistema solo tenía un 20% de acierto. Ese sistema no se debe implantar. Sin embargo, esa misma tecnología de reconocimiento se ha utilizado en la época de la covid-19.

–¿Podrán las máquinas a las personas en una sala de un juzgado?

–Dentro del sistema de justicia aún no se está implementando inteligencia artificial. En los juzgados va a depender del tipo de proceso en el que se va a utilizar. Puede ser muy útil en pleitos de pequeña cuantía de ámbito civil, por ejemplo, en pleitos de consumidores. Donde no se debe utilizar porque existen muchos elementos subjetivos es en materia penal. Es decir, en tomar una decisión de si una persona va a ir a la cárcel o no.

–¿Qué importancia tiene que Granada haya pedido ser sede de la agencia y del centro de inteligencia artificial?

–Puede ser un elemento estratégico y diferenciador muy importante. No solamente por el hecho de tenerlos, también porque Granada está a la cabeza en España como potencia en ingeniería informática, en cuestiones éticas y estudio sobre la regulación. Que venga la agencia y el centro va a crear unas sinergias muy importantes de empresas que van a querer tener en Granada algún tipo de influencia. Para Granada puede ser magnífico tanto en puestos de trabajo como en influencia. Vendrían empresas tecnológicas y también despachos de abogados, entre otros.

–¿Granada lo tiene todo para poder conseguirlo?

–Sí. Estamos en un momento histórico con la posibilidad de traer la agencia, el acelerador de partículas y las infraestructuras en tecnología y ciencia que se están desarrollando. Granada está en un momento importante para hacer un cambio radical en lo que puede ser su desarrollo económico. Y la Universidad es fundamental.