«Tenemos que sentarnos para ver cómo mejorar la oferta de alojamientos de calidad y asequibles»

–¿Qué aconseja quienes inician este año su etapa universitaria?

–Les queremos dar el mensaje de que aprovechen todo aquello que vamos a poner a su servicio, que experimenten la vida universitaria en todas sus facetas y que confíen en la institución. Vamos a estar para apoyarlos, no solo en el ámbito docente, también en el humano. Que se hagan de la Universidad de Granada.

–¿Si un estudiante, tras un curso, comprueba que no es lo que esperaba, debe matricularse en otra carrera o es un fracaso?

–No es un fracaso. Al contrario, tenemos que naturalizar y normalizar que en la vida y, especialmente, en épocas tan tempranas, en un mundo tan difícil en el que las vocaciones no están ya prefijadas sino que dependen, en muchas ocasiones, de la propia evolución de la persona, hay opciones de cambio. Que en un momento determinado puedan revertirla y cambiarla. Puede ser un signo de éxito realmente buscar su verdadera vocación.

–¿La ciudad cuida lo suficiente a los universitarios que llegan?

–Granada es consciente de que es una ciudad universitaria. Desde la Universidad, y ese es nuestro trabajo, tenemos que trabajar de forma conjunta con las instituciones, Ayuntamiento, empresas, Diputación, para ir mejorando los servicios y el acomodo que damos a los universitarios que vienen de fuera. ¿A qué me estoy refiriendo? Creo que hay, y todo el mundo lo sabemos, varios temas que son importantes en los que el estudiantado debe sentirse respaldado y acompañado.

–¿Cuáles son esos temas?

–Uno, por supuesto, el problema del alojamiento ante los cambios que se están produciendo en el propio mercado inmobiliario por múltiples razones. Creo que es una tarea en la que tenemos, las instituciones, que sentarnos y hacer una reflexión para ver en qué medida podemos mejorar la oferta de alojamientos universitarios de calidad y con garantías al mismo tiempo que sea asequible. Especialmente aquel que no tiene los recursos necesarios para acudir a otras alternativas.

–Esa asignatura pendiente del alojamiento no se puede dejar ya más porque a la histórica falta de condiciones de habitabilidad se suman los precios. ¿Puede perjudicar e influir en que vengan menos estudiantes?

–¿Cuál es nuestro papel como Universidad? He manifestado la preocupación y la necesidad de reflexionar de forma conjunta con el resto de instituciones y de agentes sociales y económicos sobre el tema del alojamiento y ver cuáles son las alternativas. ¿Qué podemos hacer nosotros? Nuestro radio de acción es limitado. ¿Pero qué tenemos que hacer? Acompañar al estudiante en darle seguridad, por eso el sello de calidad en alojamiento. Nosotros tenemos que estar preocupados sobre todo por aquellos estudiantes que pudieran tener problemas, es decir aquellos a los que el precio les pudiera suponer un menoscabo en su vida estudiantil y en el normal seguimiento de las enseñas universitarias. Ahí es donde tenemos que estar mediante ayudas y becas.

–¿En qué otros temas debe ayudar más Granada?

–En la movilidad. La ciudad y la provincia. Tenemos que pensar muy bien en cómo hacer un programa de movilidad, estudiar los flujos de estudiantes, cómo entran y salen a la ciudad y cómo se mueven entre campus. Queremos hacer que la movilidad sea ese programa estrella. Y darle facilidades, no solo con el tema de los credibús y los abonos. Hacer, por decirlo de alguna manera, esa tarjeta universal que permitiera un transporte intermodal en el que podamos trabajar todas las instituciones.

–¿Habrá una reivindicación de movilidad para facilitar el flujo entre campus, por ejemplo Cartuja y Aynadamar?

–Claro. Y eso también es entendible porque se concentra en determinadas franjas horarias y zonas en donde es necesario negociar refuerzos con las empresas adjudicatarias de los transportes, pero también hay que ampliarlo al área metropolitana donde tenemos cada vez más estudiantado. Cartuja y Aynadamar sería importante. Y, también el paso por Ciencias del Deporte y por centros que necesariamente tienen que articularse de una forma ordinaria con el transporte mediante las líneas que corresponden.

–¿Cuántos profesores más tendrán que contratar para dar respuesta a la LOSU?

–El año pasado en el ámbito de profesorado se dejó la lista de acreditados a cero para que pudieran convocarse sus plazas de acuerdo con el mecanismo de acceso anterior. Ahora toca una nueva fase. Hay que cambiar nuestra forma de contratación. Y, lo más importante tenemos el compromiso con el ministerio de que va a negociar el convenio con las comunidades autónomas y las universidades de las plazas suplementarias en las que se traduciría la adaptación de la plantilla a los requerimientos de la LOSU. Son aproximadamente unas cien plazas las que tenemos el cálculo de la adaptación en la Universidad de Granada. Vamos a hacer el esfuerzo de convocarlas en tiempo y forma para que antes de junio de 2025 estén esas plazas suplementarias.

–¿Habrá alguna nueva infraestructura este año académico?

–Todos los proyectos estratégicos y grandes resultados de investigación se traducen en demanda de espacios y también están las tradicionales de muchos centros que no admiten espera y por lo tanto hay que acometerlas. Antes de que finalice 2024 vamos a tener el mapa general de necesidades. Y ordenado en un plan director de infraestructuras para los próximos años. Es inmediato, en lo que estamos trabajando. Estamos en la fase para licitación del proyecto de ejecución del nuevo ala de la Escuela de Informática y Telecomunicación para hacerla realidad en muy breve tiempo. Para dar respuesta a la creación de las nuevas titulaciones relacionadas con el ámbito tecnológico. La acomodación y también el impulso del proyecto del aulario de Cartuja. Al mismo tiempo que la redacción y recomendación del resto de proyectos que tienen que ver con el campus Centro y con el PTS. Amén de otras necesidades que tenemos que seguir en el ámbito de Fuentenueva, por ejemplo en Química, que también es una actuación perentoria. Y por supuesto, las obras de emergencia que en muchas ocasiones son tan importantes. Derecho, por ejemplo.