Los puntos se quedaron en Andorra

Lo pasó mal el Linares desde el arranque. Que Eder Sarabia iba a jugar a tener la posesión, se sabía desde julio, pero no esperaban los aficionados mineros ver a su equipo durante la primera mitad achicando agua una y otra vez, sin tener presencia ofensiva y corriendo durante tantos minutos detrás del balón.

Cuando lo tenían en su poder, a los azulillos les duraba poco y no eran capaces de hilar acciones dignas de la calidad que se sabe que hay en el campo. Y eso que Sandroni apostó por seis jugadores de la pasada temporada para su primer once inicial, aunque con un dibujo diferente, dos medias puntas como Castillo y Carnicer, más Lara con Rodri y Castells en el centro, sólo Hugo Díaz en punta. Aunque empezaron haciendo presión fuerte arriba, el cansancio no tardó en aparecer y las bandas eran para los de la tricolor.

Así que tocó sufrir, en Linares los que siguieron el partido en casa y desde el propio Estadio Nacional un puñado de valientes que habían completado las 9 horas de trayecto para ver en Andorra el debut de su equipo en la nueva categoría. Una pancarta de ánimo para el goleador Hugo Díaz presidía la zona donde estaban ubicados los mineros.

Pronto empezaron a llegar las ocasiones para los locales. Un primer intento al primer palo de Fernández lo atrapó Nauzet, que estuvo genial en la siguiente, salvando un disparo raso dentro del área del propio Fernández tras acción individual para dejar atrás la marca de Perejón.

Susto

En el minuto 18 llegó el primer susto serio, asistencia de Marc Fernández y a Vergés, se quedó solo delante de Nauzet y el veterano meta de 36 años sacó una pierna magistral para evitar el gol. El Linares se desesperaba, Carnicer y Perejón se llevaron dos amarillas intentando frenar a los locales, que iban a otra velocidad.

De falta lo intentó Riverola, a las manos de Nauzet, y en el minuto 32 llegó el gol andorrano. Preciosa pared de Eduald Vergés con Martínez, se plantó dentro del área, aguantó la envestida de Perejón y salvó por bajo la salida de Nauzet para hacer el 1-0. No era sorpresa, gol merecido y bien buscado.

El Linares se despertó y llegó por primera vez el conjunto de Sandroni con un centro que cabeceó bando Fran Lara a las manos de Nico. Empezó a tener un poco más el balón el equipo minero. Carnicer lo intentó de falta, a las manos del portero. Pero antes del descanso pudo firmar el segundo tanto el cuadro tricolor, se plantó Martínez delante de Nauzet, estuvo bien en el achique para entorpecer el remate y Josema salvó bajo palos el gol.

Con ese sabor tan amargo en las filas azulilla se llegó al descanso y el Linares salió bastante mejorado tras el descanso. Se volcaron sobre la portería, presión alta que esta vez sí puso en apuros a la defensa local para sacar el balón y, aunque Nauzet siguió siendo el mejor con sus intervenciones, el equipo ya tenía otra casa.

Lo que faltaba era la pegada arriba y más profundidad en banda, así que Sandroni metió a Barbosa por Carnicer al cumplirse la hora. Hugo le dejó un balón de cara a Fran Lara, que hizo una volea acrobática que no se salió con dirección a puerta. Pero en la siguiente, Barbosa puso un centro medido desde la derecha, que cabeceó perfecto Marc Castells y el argentino Nico salvó el empate con una mano espectacular.

La afición linarense empezó a animar en la grada, era lo que necesitaban, ver a su equipo golpeando al rival. Se marcharon Lara y Hugo, entraron Etxaniz y Fenoll para refrescar el ataque y cambiar el dibujo con dos hombres puros de banda y un rematador de área.

La tuvo en el 73 Barbosa, primero en una peinada de Etxaniz, rematando un centro de Lolo y se cruzó un defensa delante del linarense para evitar que remachara el empate en el segundo palo. Después en el 85, rematando fuera y con todo a favor un servicio perfecto de Perejón.

Eder Sarabria quiso refrescar líneas para los minutos finales. Rubén Enri, Zourdine y Pedraza entraron por Carlos, Riverola y Altimira. El Linares empujó, pero los locales tuvieron la tranquilidad suficiente para contener las envestidas de los mineros y los primeros tres puntos se quedaron en Andorra.

El Linares dejó en la segunda parte visos de lo que puede llegar a ser, lástima que entrasen tarde al partido. El equipo debe seguir creciendo y tratarán de cambiar ese sabor de boca de la familia azulilla el sábado, con el estreno en casa ante el Alcoyano.