Miguel Hoyo: «Una batalla entre los principales accionistas de un club siempre acaba en ruina»

Miguel Hoyo, administrador de la demandante, considera que «no se puede hacer más de lo que se ha hecho» y que está tranquilo a la espera del fallo. Lamenta que nunca existiese acuerdo entre las partes en la primera vista porque el Linares Deportivo no contactó en ningún momento con él «y Luis Vera ha continuado la batalla que empezó Jesús Medina al no querer comunicarse conmigo».

Pop Hellanes sigue siendo máximo accionista con el 18,2% actual. Recuerda que, en el pliego de condiciones de la conversión, no había límite de suscripción de acciones y que no se han respetado esas reglas, dejando abierto el proceso abierto después de completarse los 750.000 euros, para que entrase más dinero y posteriormente devolver a Pop Hellanes SL una parte de su inversión inicial para dejarla en el 18,2% final.

También recordó que el capital social de la suscripción se alcanzó en la fase provincial, dato que se supo en el juicio, y que la entrada de empresas de fuera de Jaén no era necesaria. Se debió cerrar así el proceso en ese momento, como ocurrió en el primer intento de conversión, que fue anulado por la incompatibilidad de un accionista que también tenía participaciones en el Rayo Majadahonda. Pero el club lo dejó abierto y entró el capital externo de las empresas que hoy forman la Junta Gestora del club.

«En agosto, Jesús Medina me dijo que se había cerrado el capital y se iba a anunciar. Luego, en octubre, entraron cuatro empresas que forman parte de un mismo grupo empresarial, y que suman el 51%. Son los que tienen el control del Linares», expuso el administrador de la empresa linarense.

Hoyo espera que la jueza haga el reparto correcto dado que, si la asamblea de socios aprobó que no debería haber una empresa como mayoritaria, esto debiera haber estado reflejado desde el principio en el pliego de condiciones de la transformación en SAD.

Hoyo avanzó que estos procesos no acaban con el fallo que se produzca en las próximas semanas, puede haber recursos de la parte perdedora y se puede prolongar el proceso durante años, lo que bloquearía una ampliación de capital. «Una batalla entre los principales accionistas de un club siempre acaba en ruina», añadió Miguel Hoyo en PTV Linares.