El Linares se reconcilia con el gol y resucita ante el Mérida

Atrevido David Campaña, que puso una pareja de centrales inédita. Marín, que casi no ha participado desde que llegó el técnico malagueño, formó junto al recién firmado Ángel Martínez. Empezaba el banquillo el delantero Álvaro Vázquez con Hugo Díaz. Carnicer y Panadero estarán ya disponibles la próxima semana.

Los dos equipos necesitan la victoria, rivales directos, 2 puntos más tenía el Mérida al arranque del duelo. Los primeros compasases fueron de precaución para los dos equipos en defensa, sin ocasiones. Hasta el minuto 17 no apareció la primera llegada del Linares, de córner, centro al área, cabezazo entre Duarte y Bourdal que salió despedido y a la siguiente no llegó Martínez para remachar.

La respuesta en el minutp 23 fue un gol que no subió al marcador. Saque de esquina en el perfil izquierdo, balón al segundo palo y cabezazo de Damián Caneda, que se coló por la escuadra de Samu. El colegiado había pitado antes del cabezazo porque Bourdal había derribado en falta clara a Duarte.

Salvados los mineros por el ojo avizor de Néstor Holgueras Castellanos, que después protagonizó la acción todavía más polémica. Roja directa a delantero centro Chuma en el minuto 25, por agresión sobre Duarte en la acción posterior al gol anulado. Un error infantil del delantero emeritense, que en un partido vital fuera de casa dejó a sus compañeros en inferioridad, y un inesperado regalo para que los mineros esta vez no lo desaprovechasen.

Se puso la bola en juego, Llorente a la derecha fabricó el centro dejando rodar por el césped a Damián tras superarlo, y Samu Corral se anticipó a Bourdal para meter la cabeza en el punto de penalti y marca su primer gol en liga. El tanto fue celebrado por los mineros como si de una fase de ascenso se tratase, no era para menos después de todo lo que han pasado los azulillos por los problemas con el gol.

Un alivio moral también para Samu Corral que, si bien había marcado en Copa del Rey ante el Elche, conseguía de esta forma su primer tanto de la temporada después de 20 jornadas. Era lo que necesitaba el equipo, volver a creérselo y soltar tensión. Con la facilidad de tener un hombre más, se vio al equipo fluido con el balón y tranquilo en defensa con el marcador a favor en los minutos siguiente.

La pelota era azulilla. Apretando con presión alta para recuperar rápido el balón cuando jugaba el Mérida en sus dominios. En esas llegó un centro de Perejón que fue a rematar Corral al segundo palo, se anticipó Eliseo para meter la pierna y evitarlo, pero el baló le salió con dirección a puerta y tuvo la fortuna de contar con los reflejos del meta Juan Palomares para tocar rápido el balón y evitar que entrase.

En la siguiente, de córner, Varela puso el servicio, Ángel Martínez fue con todo al remate y apareció Bourdal para tocar la pelota con los tacos, saliendo el balón despedido al cuerpo de Palomares, en lugar de a un costado, para fortuna del cuadro emeritense. Con eso acabó la primera mitad.

Se quedó en la caseta Duarte, con amarilla y varios jugadores del Mérida que habían tenido roces con él, así que salió Álex Oyón en su puesto. Debutó Álvaro Vázquez para la segunda parte por Berlanga. Rodri en el centro del campo alentaba a sus compañeros, este partido no se podía escapar, sería imperdonable repetir la pesadilla vivida semanas atrás contra el Recreativo de Huelva.

Salió el Mérida defendiéndose y buscando la contra. En la primera que tuvo, Sandoval apareció en la izquierda y metió un latigazo cruzado desde lejos, que no cogió dirección a portería, porque este partido era del Linares y estaba predestinado para que los mineros resurgieran. En el 59, Perejón puso el centro raso desde la derecha, Samu Corral la dejó en el área de cara y Álvaro Vázquez la puso ajustadita al palo derecho de Palomares para hacer el 2-0, primero de Vázquez tras 14 minutos de su debut.

Al técnico emeritense ya no le quedaba otra que arriesgar. Ben Hamed dejó su puesto a Álex Escardó, después entrarían Isma y Busi por Damián y Beneit. En la primera que tuvo Escadó, le ganó la partida a Martínez en carrera, se fue escorando, y ya sin ángulo metió el remate, que salvó Samu Casado con el pie.

Durante el tramo intermedio de la segunda parte, los dos equipos se soltaron un poco más y el partido se rompió, aunque no terminaron de llegar con claridad al área. Las contras de unos y otros eran cortadas en faltas, salieron las cartulinas del bolsillo del árbitro leonés, pero eso contuvo los problemas en las dos defensas. Solo algún disparo lejano del Mérida que atajó Samu sin problemas.

El reloj fue pasando sin mayores sustos y el Linares pudo por fin volver a celebrar un triunfo en casa, con su gente, que hasta hace unos días estaba alicaída y desanimada. Los cuatro fichajes de jugadores contrastados ya auguró que la segunda vuelta podría ser diferente, recuperar la dinámica ganadora y dejar la puerta a cero pese a tener una defensa inédita, son síntoma inequívocos de que el Linares estaba en la UCI, pero ha resucitado a tiempo de obrar la salvación.