La Virgen de la Cabeza renueva y fortalece la fe de sus devotos

El traslado enardecido e inflamado antecedió a la misa pontifical, presidida por el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, quien ha tuvo un entrañable recuerdo por el papa Francisco. Los padres trinitarios Manuel y Sergio García, estuvieron debajo de las andas y fueron los intermediarios entre los deseos de los fieles y La Morenita, cubierta por sus barales de plata y que refulgió con el manto de tisú y oro de la bajada de 2022 para hacer vibrar a sus devotos. El coro de la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza de Andújar cantó con majestuosidad en la misa solemne con la asistencia de las autoridades civiles y eclesiales.

Ya, cuando el sol se asomaba y reverberaba por las enhiestas y alfombrada montañas de Sierra Morena, se empezaba a pincelar las incandescentes y entusiastas escenas de fervor mariano que se iban a producir.

Los distintos efectivos de la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza se afanaban en los preparativos junto a las fuerzas de seguridad para tenerlo todo bien atado. Los anderos sustentaban con tesón y ahínco esas andas. La asociación de anderos presentó antes de la procesión a la nueva junta directiva que estará presidida por el marteño Jesús Caño, que sustituye al andujareño Javier Moya. Señaló a IDEAL emocionado que afronta el cargo con una enorme responsabilidad. Jesús lleva 38 años de andero y ha participado en anteriores juntas de gobierno. «No quiero fallar ni que me fallen», estas fueron sus primeras palabras como presidente.

Caño señaló que ser andero es algo que no se puede explicar con palabras, «llevar a la Virgen de la Cabeza debajo de las andas suponen un cúmulo de sentimientos , el estar un día entero esperando debajo de las andas lo resume todo». Los anderos de María Santísima de la Cabeza son como esa familia que se ven una o dos veces al año. Estas declaraciones las hacía dentro de la iglesia, antes de la salida de la imagen de la Virgen de la Cabeza y ya en medio de esos vítores a la Virgen que retumban en lo más profundo del alma.

Y fuera las cofradías enfilaban las empinadas calzadas camino de la Misa Pontifical en el exterior y los devotos ya se colocaban para ver la salida de La Morenita y escuchar la misa. La cofradía de Colomera, tierra del pastor Juan Alonso de Rivas, ha cogido el testigo del pastor y ha extendido la devoción. Ylo hace todos los años en ese camino de fe que inició el jueves en Colomera y prosiguió en Benalua de las Villas, Campillo de Arenas, Carchelejo, Cárchel, La Cerradura, Pegajalar y Jaén. «Hay mucho alborozo, los pueblos y sus gentes salen con alegría en busca de Colomera y hemos sido los padres de las cofradías de Carchelejo y Pegalajar», comentaba su hermano mayor, Santiago Martínez, quien destacó el gran ambiente vivido en la presentación de Colomera y en esta romería, «hemos disfrutado de nuestra Morenita, de un gran tiempo y de la buena gente», señaló. Colomera lleva así el júbilo en su peregrinación de esperanza.

De cualquier punto de la provincia de Jaén se vive con intensidad la devoción a la Virgen de la Cabeza. Juan Martínez es natural de Villanueva del Arzobispo. Confesó que lleva ya años viniendo a la Romería por el gran ambiente que se vive. Eva Requena, natural de Pozo Alcón, y residente en la actualidad en Torreperogil, ha venido ya cuatro veces a la Romería. «La gente tiene mucha fe en esta Virgen y llama la atención porque la misa espectacular». Espera venir muchos años. Una amiga suya de Andújar le impregnó en su día el amor por la Virgen de la Cabeza.

Begíjar se incorporó ayer como cofradía a la romería, un hecho que llenó de emoción a sus cofrades. El vicepresidente, Francisco José Mendoza, señaló que ya llevaban viniendo unos años apadrinados, «ahora se afronta todo con más ilusión y emoción», confesó. Una década llevaban detrás de este reto, en una localidad donde siempre ha existido devoción.

Tras la guerra civil desapareció la cofradía y en 1952 se reorganizó el grupo parroquial, «y desde entonces siempre se ha venido celebrando la fiesta en Begíjar el último fin de semana del mes de abril por lo que no veníamos» rememoró Mendoza. Luego cambió su fiesta a finales del mes de mayo. La cofradía consta de 400 hermanos en una localidad donde se procesiona a la imagen. La Virgen se halla en una hornacina de la calle Mesones, donde cuenta la tradición oral se le apareció a una familia, y en hueco de la casa donde vivía la familia se creó esa hornacina. Begíjar se suma por tanto a ese familia romera que no deja de crecer por lo que los corazones que laten con furor y añoranza por la Morenita sigue con su vigencia y pujanza.