El 'secreto' de los tres únicos pueblos jienenses donde no sube el paro
Chilluévar, Santiago-Pontones y Chiclana de Segura se salvan del cataclismo laboral general en el mes de marzo por la incidencia de la pandemia
Los datos del paro conocidos este jueves confirmaron los temidos augurios en cuanto al empleo en nuestro país: la pandemia del COVID-19 ha llevado ... aparejada una hecatombe laboral. Para España en general, para Andalucía especialmente (concentra el 45,8% de la subida del desempleo en marzo en todo el país con 138.569 parados más) y para Jaén de un modo alarmante. La provincia ha sufrido el mayor aumento del paro de su historia el pasado mes con 9.027 nuevos desempleados hasta llegar a 61.111, liderando además la pérdida de contratos en toda España (del 43%), el doble que la media nacional (21%), con 17.650 menos. En apenas veinte días, desde el 12 de marzo, se han perdido casi 15.800 puestos de trabajo, un 6,5% del total, récord absoluto. Sin embargo, los datos oficiales recogen tres excepciones en la provincia en esta subida generalizada: en Santiago-Pontones, Chilluévar y Chiclana de Segura el paro registrado no se ha incrementado a diferencia de lo que ha ocurrido en los 94 municipios jienenses restantes, tal y como recogía Europa Press, en algunos de un modo extraordinario. Al contrario, aunque levemente, ha descendido ¿Qué ha pasado? ¿Cuál es su secreto?
Para empezar los tres son pueblos pequeños (2.956, 1.434 y 965 habitantes, respectivamente, según el Instituto Nacional de Estadística), con la idiosincrasia propia de estas localidades y de su modelo productivo, que salvaguarda mejor los puestos existentes. Pero hay más posibles razones.
La presencia de residencias de mayores y cuidados a domicilio y un tejido productivo con mucho autónomo, entre las claves
«La mayoría en el pueblo es trabajador por cuenta propia. No paramos en todo el año», explica el alcalde de Chiclana de Segura, Santiago Rodríguez Yeste. «Contamos además con una residencia de ancianos que funciona muy bien y la cooperativa, que tiene todavía trabajo. Además, el ayuntamiento tiene mucha actividad para generar empleo dentro de su capacidad», añade el primer edil. En su localidad se ha pasado de 31 parados a cierre de febrero a 28 al acabar marzo. Por el estado de alarma, establecimientos como el bar han tenido que cerrar, «pero sus dueños siguen dados de alta como autónomos. Si se alarga más no sé lo que pasará», admite.
La otra cara de la moneda: en los más grandes se dispara
En el otro extremo se encuentran los municipios más grandes de la provincia, donde tienen más peso el sector servicios, el comercio y la industria, y donde los parados más se han incrementado. La capital, que encabeza el aumento del desempleo, con 1.467 personas desempleadas más (10.995 en total sobre una población de 112.999); Linares, que suma 833 (7.668 en total con 57.414 habitantes); Andújar, con 783 más (4.978 y 36.793);Úbeda, con 517 más (3.861 y 34.345 habitantes); Bailén con 401 más (2.576 y 17.667); Alcalá la Real con 1.359 con 155 más (1.359 y 21.605);o Martos, con 373 parados más (2.121 y 24.215).
El alcalde de Chilluévar, José Luis Agea apunta al perfil eminentemente agrícola de la mayoría de trabajadores del municipio como explicación. «A la persona que paga el sello agrícola la consideran como que está en activo (recibiendo el subsidio del antiguo PER, el PFEA). Es mi teoría. Igual hay alguna variable que se me escapa», subraya. «Los bares por ejemplo sí están cerrados, pero como son autónomos siguen dados de alta. Yo entiendo que en general variará poco con los pueblos cercanos», indica. En su localidad, según recoge el observatorio Argos de la Junta de Andalucía, el descenso es mínimo, de 55 desempleados en febrero a 53, pero sigue resultando chocante en comparación con otros municipios del entorno donde se ha incrementado de forma considerable.
Menos mujeres paradas que hombres
En Santiago-Pontones, el tercero en discordia, el descenso es de 138 parados a 133, aunque leve el mayor de la provincia. «La clave creo que está en nuestra estructura productiva. Es básicamente agrícola y ganadera, que son autónomos, y al no haber tenido este año mucha aceituna no ha habido un pico grande de parados al acabar. El comercio y la industria es donde más ha bajado el paro y aquí tenemos poco. Tenemos pequeñas tiendas de alimentación que siguen funcionando estos días», señala.
También han reforzado los servicios de limpieza municipales con varios trabajadores. Su preocupación principal en estos momentos, como es lógico, es la salud de los vecinos, comenzando por la residencia de mayores, donde están intensificando la prevención. Precisamente esta genera entre 22 y 23 puestos de trabajo, además de la ayuda a domicilio, que proporciona otros 35 puestos de trabajo, «la mayoría mujeres». «La asistencia a mayores es una fuente de trabajo muy importante », destaca el alcalde de la localidad, además de estable. De hecho, es uno de los pueblos con menos mujeres desempleadas «y es por eso», subraya. Hay 83 hombres registrados como parados por 50 mujeres, un 37%. En la provincia estas suponen el 56,5% del total, con 34.536.
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