La pérdida de la flor deja muchos olivares de la provincia sin cuajar o con muy poca aceituna

«Las perspectivas no son buenas», resume el último informe sobre el estado de los cultivos en Andalucía de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta. En el estudio, realizado de la semana del 23 al 29 de mayo, destaca la situación de las comarcas de La Loma, Sierra de Cazorla o Sierra Mágina con municipios como Larva y Cabra de Santo Cristo donde «se observan parcelas de olivar picual que no han llegado a cuajar debido a que se ha perdido la flor. Las pocas aceitunas cuajadas se encuentran en fase de crecimiento del fruto, con el tamaño de una cabeza de alfiler», subraya.

Como consecuencia el informe apunta que «los agricultores han reducido aplicaciones en vista de la situación». De este modo, se está invirtiendo menos en abonos, fitosanitarios, regadíos y otros conceptos en vista de que la cosecha será tan escasa que no será rentable.

Aunque es algo general que varía incluso en fincas o parcelas concretas, el informe de Agricultura pone el foco en zonas próximas a Úbeda, Baeza o Mancha Real donde directamente «la floración ha sido mala». «Sólo las parcelas más precoces han resistido», añade. Ante este panorama «se le han dado algunos riegos de mantenimiento». Y es que, ante la menor dotación de agua para el campo, ni siquiera todo el regadío, que ocupa ya cerca del 40% del olivar jienense frente a un 60% de secano, salvará su producción.

En el informe anterior, de la tercera semana de mayo, ya avisaban los expertos de la Junta de que además de que también en la Sierra Sur «hay zonas en las que no ha habido casi cuaje». «No han llegado a cuajar ya que las flores se desprendieron antes debido a las altas temperaturas», sostienen. La mayoría del olivar de la zona es tradicional y con olivos centenarios. En general, «no ha habido aplicaciones de fitosanitarios debido al mal estado del cultivo», lamentan.

Cifran el adelanto en el olivar en unos quince días debido al calor. El estado fenológico más tardío ahora mismo en territorio jienense es el de caída de pétalos, si bien el predominante es el de fruto cuajado.

La situación de sequía que atraviesa la provincia y el conjunto del país golpea así a un sector oleícola que ya venía de una cosecha corta y de años de estrés hídrico en los árboles por falta de agua. Las últimas precipitaciones ayudan, pero quedan lejos de revertir la situación si apuntamos a la siguiente cosecha.

No es algo exclusivo del olivar jienense. En Córdoba o Granada, según recoge este análisis la situación no es demasiado diferente. El cultivo «ha tirado mucha flor». En comarcas como Guadix, Baza y Huéscar «se estima un 25% por las altas temperaturas sobre todo de abril».

Los últimos informes de la Consejería confirman la caída de producción del campo jienense ya, más allá del olivar, debido a la sequía. La campaña del espárrago blanco finalizó hace tres semanas en la zona de Bedmar y Garcíez con la variedad Argenteuil siendo de las más empleadas. «Los rendimientos han sido de unos 3.000 kilogramos por hectárea (kg/ha), con bajadas de producción del 60% menos que un año normal», recoge Agricultura. Tras la lluvia de estos días se esperan «dar labores de cultivador para levantar tierra».

En las comarcas de La Campiña Norte y El Condado, los pistachos, en auge en la provincia en los últimos años, presentan una fenología de frutos cuajados y comenzando el crecimiento. Llevan un adelanto de dos semanas. «Se están regando muy poco, 20 litros/pie, hay poca humedad, de apoyo en verano pueden recibir algo más, aunque esta circunstancia mermará la calidad del fruto», subraya el informe.