«¡No me dio miedo la guerra me va a dar miedo esto!»
Salud administra ya la vacuna a los jienenses mayores 80 años que no han sido vacunados y que pueden desplazarse
«¡No me dio miedo la guerra me va a dar miedo esto!», exclama Antonia Serrano, mientras se sujeta el brazo derecho donde acaban de ... inyectarle la esperanza de muchos para volver a la normalidad cuanto antes. A la vieja normalidad. «No me ha dolido nada. Estoy muy contenta, esperando ya la siguiente», añade la mujer de 90 años, vecina de Beas de Segura, y residente en Bailén, en cuyo centro de salud recibieron este martes decenas de mayores la primera de las dos dosis de la vacuna de Pfizer necesarias para lograr la inmunidad. Es la última fase por el momento (el grupo 5) a la que se ha llegado en el Plan de Vacunación:la administración de la primera dosis a las personas mayores de 80 años que no han sido vacunadas previamente y que puedan desplazarse a los centros de vacunación en la provincia.
Ya se está dispensando en Linares, Andújar, La Carolina, Jaén capital, Martos y municipios del área sanitaria nordeste como Baeza, Úbeda, Torreperogil, Orcera, Hornos o Génave, entre otros. Los mayores son avisados telefónicamente, incluso en el mismo día, para que acudan al punto de vacunación más cercano. Una vez allí, guardando la distancia de seguridad y al aire libre (a las puertas del centro de salud, por ejemplo) se les llama siguiendo un listado para que pasen de uno en uno. En aquellos casos con problemas de movilidad los sanitarios salen fuera y suministran la dosis en el propio vehículo. Tras el pinchazo deben permanecer allí unos quince minutos para observar posibles efectos de la vacuna. De no notar nada raro pueden marcharse a casa, avisando en caso de notar cualquier síntoma.
«La olla me va genial, pero las piernas se me duermen», explica Andrés García, de 87 años, uno de los que recibió la dosis en el interior de su coche. «Quería ponérmela ya a ver si dejamos atrás al bicho este», añade.
«Cara de satisfacción»
«Ha puesto una cara de satisfacción esta mañana cuando le he dicho que le habían llamado para ponerse la vacuna», señala Josefa Gómez en referencia a Paqui Marín, madre e hija. «Siempre que sale en la tele alguien vacunándose pregunta '¿y a mí cuándo?'». Este martes fue.
«Me da mi cosilla, para qué nos vamos a engañar, pero es una cosa buena así que hay que hacerlo», expone Antonio García, de 88 años. «No duele mucho», le apuntan, a lo que responde sin dudar: «Como menos duele es no pinchándose,
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