Jaén es la única provincia andaluza que lleva décadas sin un equipo de fútbol en Primera División

Desde hace 62 años que descendió el Real Jaén tras jugar contra mitos como Di Stéfano o Kubala con Arregui como estrella local y lograr hitos como ser el primer equipo en jugar en partido oficial en el Nou Camp, no ha vuelto a pisar la cumbre. De hecho, es la única provincia andaluza que no ha tenido nunca desde entonces, ni un año, una escuadra en la máxima categoría del fútbol español. Algo con repercusiones económicas más allá de las pasiones y que deja unas cuantas preguntas en el aire. Se sea o no 'futbolero'.

Ni siquiera hay que remontarse tanto. Del año 2000 en adelante todas han disfrutado al menos un año de las mieles del balón (y de las múltiples ganancias que genera en un lugar): cuatro el Recreativo de Huelva, seis la UD Almería, una el Córdoba CF, siete el Granada, dos la provincia de Cádiz con el Xerez y el Cádiz CF, dieciséis el Málaga CF y Sevilla, todas con el Sevilla y el Betis o con los dos salvo en la temporada 2000-01.

Los éxitos recientes de la vecina Granada, luchando por llegar a la final de la Copa del Rey, han incidido más si cabe en la importancia del deporte para poner en el mapa a un territorio y suministrarle además un retorno económico muy importante.

La Liga tiene un gran impacto económico y social en ciudades y sus provincias, pero en aquellas con menos de 250.000 habitantes, como sería el caso de Jaén y ocurre actualmente con la ciudad granadina, Leganés, Eibar o Villarreal, el efecto se multiplica: el fútbol genera ingresos extra, dispara la presencia mediática y ofrece un motivo de orgullo y una identidad.

Diversos estudios sitúan entre 20 y 30 millones de euros como mínimo (algunos lo elevan hasta los 60) los que llegan directa o indirectamente a una provincia gracias al balón.

Ya que todo aquel que tenga menos de 70 años difícilmente recordará al Real Jaén en Primera, piensen en el día que vino el Atlético de Madrid en 2012 a Jaén para jugar la Copa del Rey (que dejó 400.000 euros netos en el club) y cómo estaban los bares del centro y de toda la ciudad. Y no es sólo eso:es consumo en restaurantes, pernoctaciones, obras y servicios por encargo del club y más empleo al multiplicar su presupuesto, impactos indirectos como la promoción exterior, incluso el pago de más impuestos o el gasto en la ciudad de los futbolistas con sueldos enormes.

Tener un equipo en Primera es un 'chollo' desde el punto de vista económico, un negocio más que rentable para cualquier ciudad, de la que incluso se beneficia la provincia. Como si tocara la lotería. Son millones en ingresos directos e indirectos, además de proyectar una imagen de marca al mundo.

Por población, Girona sería un caso similar, con una capital de 101.000 habitantes (trece mil menos que Jaén), una provincia de 749.000 (algo más de cien mil que la jienense) y un estadio de 14.000 espectadores (1.500 más que La Victoria). Un estudio de la Cámara de Comercio de Girona cifró en unos 22 millones de euros por temporada lo que deja en la ciudad el militar en Primera. El club multiplicó por cinco además su presupuesto, hasta casi 50 millones.

Otros como el Eibar, con un estadio de 7.000 espectadores y sin llegar a 30.000 habitantes, cuantificó el impacto económico en 59 millones de euros por temporada. En gastos de compras, servicios y obras pasó de dos millones cuando estaba en Segunda a ocho y los beneficios para comercio, hostelería, taxis o agencias de viajes a 3,5 millones. Además el club aumentó de 40 a 94 empleados. Aunque la mayor cantidad correspondería al impacto en los medios de comunicación, si se convirtieran las menciones en publicidad.

Desde la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), su presidente, Javier González de Lara, esgrimió tras el descenso del equipo en 2018 algunos datos estimativos como que un equipo en Primera puede tener unas 25.000 pernoctaciones al año, además en temporada media y baja, y unas 50.000 visitas.

El impacto directo sobre la economía de una ciudad se manifiesta en la afluencia de aficionados a los estadios (tanto locales como foráneos, especialmente cuando vienen equipos de gran tirón como el Real Madrid, el Barcelona o el Atlético de Madrid) y de profesionales (técnicos, jugadores, directivos, periodistas o árbitros). Incluso hay estudios que hablan de un aumento del PIB en un país al ganar el Mundial de fútbol, por el aumento de autoestima y por cómo le miran mejor desde el exterior.

Ni siquiera hace falta llegar al cielo futbolístico para que el retorno ya sea muy importante. Los ingresos derivados de un equipo en la Liga de Fútbol Profesional (LFP), en Segunda División A, apuntan a una reversión que oscilaría como mínimo entre 600.000 y el millón de euros, aunque hay quien dispara bastante más alto, hasta más de cinco millones de euros.

Comercio Jaén hizo un informe antes del último ascenso en el que según la Patronal esas serían las cifras, merced a 21 contrincantes, con cerca de la mitad de relativamente cerca, lo que favorece el desplazamiento.

Todos ellos podrían generar un tráfico de en torno a 12.0000 visitantes y potenciales clientes en el cómputo de toda la campaña, a los que habría que sumar otros 630 «efectivos» pertenecientes a los propios clubes (unos 30 por expedición entre peloteros, cuerpo técnico y mandamases), 105 árbitros, jueces de línea y auxiliares (5 por encuentro) y 336 periodistas (unos 16 por choque). En Segunda División B la cifra cae de forma considerable. Más aún en Tercera.

El presidente de la Asociación de Alojamientos de la provincia, José Ayala, ya consideró tras el descenso de Real Jaén y Linares que los logros futbolísticos evidencian el gran tirón que tienen las competiciones deportivas.

«Así sucede con el trial, que llena los hoteles de pueblos más pequeños», subrayó, al igual que pasa con la Vuelta ciclista, la Andalucía Bike Race y otros eventos, subrayando que la provincia dispone de alojamientos de calidad, situados en entornos naturales, que podrían acoger la pretemporada de estos y otros equipos.

La provincia está sin embargo actualmente más lejos que nunca en las últimas tres décadas del balompié de élite, con todos sus primeros equipos en Tercera, a tres ascensos de Primera.

El Real Jaén, con la espada de Damocles de la desaparición, ha militado tres temporadas en la máxima categoría del fútbol español, la primera en la 1953/54 y las otras dos consecutivas en la 1956/57 y 1957/58. El último ascenso hasta la fecha a la máxima categoría del fútbol español se produjo el 10 de abril de 1956, el Real Jaén subía a Primera después de ganar 0-2 al CD Málaga en La Rosaleda.

«Fue un gran éxito para la ciudad de Jaén y un bálsamo para la provincia, ya que era una época con necesidades económicas y con falta de libertades. De esta manera, el Estadio de La Victoria acogía a la máxima categoría del fútbol español por segunda vez y esa temporada iba a conseguir mantenerse en Primera», recogen desde la propia web oficial del club blanco.

El Real Jaén fue el quinto equipo andaluz en jugar en Primera tras el Sevilla FC, Real Betis, CD Málaga y Granada CF. Eran otros tiempos.