La huella de la piratería en la provincia: cien mil artículos incautados en cuatro años
Zapatillas, bolsos, cedés, juguetes y mucho más; cerca de una treintena de personas fueron detenidas o investigadas por estos delitos
Los tres hombres se dirigían al mercadillo de Torredonjimeno con ropa y complementos presuntamente falsificados, cuando la Guardia Civil les dio el alto. Los agentes ... comprobaron que llevabanzapatillas de varias marcas, cedés de música y bolsos, todos falsificados y de marcas muy conocidas, por lo que fueron detenidos. La mercancía podría haber alcanzado un valor en el mercado ambulante de más de 3.000 euros. Como esta operación se realizan también otras en diferentes ámbitos, requisando por ejemplo juguetes que no han pasado ningún tipo de control.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cada uno en su ámbito de actuación, persiguen este tipo de delitos. En el caso de la provincia de Jaén, de acuerdo a los datos más recientes del Ministerio del Interior, en los últimos cuatro años se han incautado más de cien mil objetos en la provincia, según recogen los datos del ministerio. En concreto, 102.836, destacando 2017 con más de 88.000. Aunque depende de las macro operaciones y otros factores la tendencia general es de menos artículos cada año.
En ese tiempo fueron 27 los detenidos o investigados en la provincia por estos delitos. Según refleja la estadística casi la totalidad de los hechos conocidos, se suele esclarecer.
Qué productos
En cuanto al tipo de productos intervenidos a los infractores por infringir las leyes de protección de la propiedad industrial, destacan los relacionados con moda y complementos. En 2018, último año recogido en los datos de Interior, se intervinieron 440 objetos en la provincia. De ellos, 215 fueron DVD o CD, 42 de calzado y 58 de complementos, entre otros. El año anterior se retiraron 7.747 juguetes. Los lugares en los que se ofrecen suelen ser la vía pública aunque no siempre.
El usuario se encuentra a diario con productos que podrían estar atentando contra las leyes de protección de la propiedad intelectual e industrial, dos conceptos, según explican fuentes del Ministerio del Interior, separados por una línea muy fina. «Es difícil determinar si un producto que imita una marca atenta contra la propiedad industrial o intelectual porque, al fin y al cabo, lo que se plagia es una idea», indican desde el ministerio del que es titular en funciones Fernando Grande-Marlaska.
La lucha contra la «piratería» se convirtió con la popularización de Internet en una de las máximas de gobiernos de todo el mundo −entre ellos, el español− con el inicio del presente siglo XXI. Sobre todo, dadas las facilidades para obtener productos audiovisuales que ofrece la «world wide web», se pusieron en marcha operaciones policiales orientadas a dar con los responsables de las páginas que permitían acceder a este tipo de contenidos. También se llevaron a cabo campañas para concienciar a la población acerca de que el consumo de este tipo de obras es un delito cercano al robo, dado que se ignoran los derechos del autor.
El concepto de propiedad intelectual se implantó en la sociedad a través de eslóganes y titulares sobre cierre de «webs» y detenciones de sus responsables. Sin embargo, este tipo de piratería no se queda únicamente en lo digital.
De acuerdo al actual Código Penal, reseñan desde el Cuerpo Nacional de Policía, se consideran delitos contra la propiedad intelectual los relacionados con falsificación, reproducción y distribución de obras literarias, artísticas o científicas sin la autorización debida; mientras que la fabricación, falsificación, reproducción y distribución, con fines industriales y comerciales si dicha autorización del titular está considerada piratería industrial. Este concepto afecta, por lo tanto, a todo tipo de productos, tanto tangibles como intangibles, esto es, una canción o una idea previamente registrada.
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