Confinamiento compartido con las abuelas, una experiencia para recordar
Los juegos, las historias de antes y las aficiones comunes las unen aún más con sus nietos en estos días de encierro
ascensión cubillo
Jaén
Martes, 14 de abril 2020, 17:15
Abuelas y nietos en la misma casa durante el confinamiento, una mezcla que a priori puede parecer explosiva pero que a menudo deja grandes lecciones ... de convivencia y respeto. El beneficio es mutuo: los pequeños disfrutan más tiempo de sus abuelas y estas afrontan en compañía una situación excepcional como es la pandemia de coronavirus.
Ascensión Cobo y Ana Expósito coinciden al afirmar que no sería lo mismo sin la alegría de sus nietos. Las dos son viudas y están pasando el confinamiento en las casas de sus hijas, en Torreperogil y Bedmar, respectivamente.
Ascensión Cobo, natural de Cambil, estaba en Torreperogil cuando decretaron el estado de alarma. «Le doy gracias a Dios de que me haya pillado aquí. En Cambil estaría bien también pero no sería lo mismo, así estoy más distraída con los niños». Y es que Lucía, de 11 años, y Daniel, de 5, la sorprenden cada día con nuevos juegos que ellos mismos inventan, desde una visita guiada a un museo de pintura hasta una sesión de cine.
Lucía suele tocar la trompeta en el balcón a la hora de los aplausos y ahí, junto a ella, está su abuela orgullosa. Ya les ha enseñado a hacer natillas, roscos de sartén y 'rosetas' dulces, en este último caso siguiendo la receta de su madre Leonor. «Si tengo que jugar, juego, hago lo que haya que hacer», según Ascensión.
Su presencia en la casa también se nota a la hora de comer porque elabora platos tradicionales como se hacían antiguamente, a fuego lento. A los niños les gusta pasar tiempo con su abuela, Lucía de hecho ve la tele con ella algunas noches en el patio, e incluso le enseñan cómo se hacen las videollamadas para ver al resto de la familia.
Actividades en familia
Y es que las nuevas generaciones manejan a la perfección móviles, tablets y cualquier aparato electrónico que se precie. «Reyes es muy lista para eso y hemos visto toda la Semana Santa del año pasado», explica la jienense Ana Expósito, que está pasando el confinamiento con sus nietas Reyes y Triana en Bedmar. La pasión por la Semana Santa las une más todavía.
A Reyes le gusta que su abuela le cuente historias de juventud porque de esta manera también rememoran la figura del abuelo, ya fallecido. «Algunos días por la mañana cuando me levanto me siento con ella y me cuenta cosas de cuando era joven. Me gusta que lo haga porque me acuerdo de mi abuelo con ella», señala Reyes, que en la actualidad cursa 6º de Primaria.
Ana no quiere ni pensar cómo sería pasar el confinamiento sola en su casa de Jaén. «Aquí por los menos estoy distraída con ellas, hablamos, les regaño de vez en cuando», apunta entre risas, ya que los roces son inevitables tras más de un mes de encierro.
Las niñas dedican las mañanas a las tareas de clase y por las tardes leen, juegan o escuchan música según el día. «Los reyes magos le echaron un invernadero a Triana y el otro día estuvo sembrando habichuelas, hierbabuena y judías con su padre en la terraza», detalla Ana.
Juegos como el bingo reúnen a toda la familia alrededor de la mesa, momentos de entretenimiento que incluso con acusaciones cruzadas de fullería ayudan a olvidar durante un rato lo que está pasando fuera.
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