Un aguacero muy esperado que no apacigua la sed de los pantanos de Jaén, al 16% de su capacidad
Tras un octubre muy seco las precipitaciones de este miércoles dejaron 14 l/m2 en las zonas donde más llovió, poco consuelo para unos embalses al 16,7% de su capacidad
La estampa matutina recordó a otras pretéritas más propias de la Navidad, cuando lo que caía del cielo era nieve:la gente asomada a las ... ventanas, haciendo fotos con sus móviles, llamándose los unos a los otros. «¡Que está lloviendo!», avisándose. Un acontecimiento. Y 'solo' llovía. Agua, líquida. Nada más y nada menos. Tal es la necesidad de lluvia de la provincia que cualquier aguacero o chaparrón es recibido con algarabía. Porque el de este miércoles fue apenas eso, escaso consuelo para un campo con un estrés hídrico acumulado colosal, que pone ya en peligro incluso la campaña de aceituna 2023-24 y para unas reservas de agua que se acercan a su límite.
Y la peor noticia es que no llueve sobre mojado: las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) vuelven a ser de cielos despejados o nubosos, pero sin precipitaciones en lo que resta de semana. Únicamente a principios de la que viene recoge probabilidades altas de precipitaciones, que en Jaén el martes podrían ser de hasta 13 litros por metro cuadrado.
La CHG asegura que el abastecimiento en Andújar o Bailén, con el Rumblar al 10,4%, «de momento, está garantizado»
Según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica, de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), ayer se recogieron 14,8 litros por metro cuadrado en Siles, donde más entre los embalses de la provincia, seguido de 13,2 en el Encinarejo, 12,2 en el Dañador, 9,2 en Marmolejo y 9 en el Arroyo de las Piedras, en Zocueca (Guarromán). En el resto el agua recogida quedó por debajo de esa cifra.
En el caso del Quiebrajano, que abastece a Jaén capital, entre otros municipios, fueron 5 litros por metro cuadrado, y poco más de 3 en El Rumblar, uno de los pantanos más necesitados de la provincia.
Consumo humano asegurado
Este último es de los que la CHG, en su informe de la sequía publicado hace unos días, sitúa en situación de «alerta». En todo el año hidrológico, desde octubre, ha recogido 21 litros por metro cuadrado. En la misma fase están el Aguascebas y el abastecimiento de Jaén, con reservas para cubrir la demanda actual de agua, al 100%, durante menos de dos años el consumo humano y el riego ni para uno.
El Rumblar, en Baños de la Encina, del que se nutren doce municipios, algunos tan grandes como Andújar o Bailén, se encuentra a solo el 10,4% de su capacidad. A consulta de este periódico desde la CHGse subraya que «el abastecimiento es prioritario, por lo que, de momento, está garantizado».
Aclarando, eso sí, que no son «competentes en las restricciones al abastecimiento, nos encargamos de coordinar todos los sistemas, tanto de abastecimiento, regadío e industrial, pero, en el caso del consumo humano, son los sistemas de abastecimientos los encargados de realizar restricciones o cortes en caso de que fuera necesario».
Sobre la mesa se ha puesto la interconexión entre embalses para garantizar el abastecimiento, como unir el de la Fernandina con el Rumblar. Además, la CHGdestaca que «desde que finalizó la campaña de riego (30 de septiembre) no se realizan desembalses que no sean para el mantenimiento de los cauces ecológicos».
En situación de «emergencia» se encuentra el embalse del Dañador, una fase a la que se llega cuando el agua embalsada, sumada a las precipitaciones previstas con la hipótesis más pesimista, no garantiza el suministro necesario ni siquiera para un año.
Los pronósticos son además de un otoño e invierno secos. Hace un año, cuando la CHG declaró el estado de sequía y restringió los riegos, había en los pantanos jienenses 533 hectómetros cúbicos. Ayer disponían de 394.
Desde los años noventa
La precipitación media en los embalses de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir en octubre ha sido de 23 litros por metro cuadrado, un 68% por debajo del valor de la media histórica del mismo mes (71 litros) de los últimos 25 años. La CHG confirma que hasta el momento «se trata de un inicio de año hidrológico muy seco».
Los valores más altos en la provincia se han registrado en el noreste, en el embalse de Dañador, con 51,7. Sin embargo, los más bajos se han registrado en los pantanos jienenses de Quiebrajano, Víboras y La Bolera con 2,4 litros, 3,1 y 2,1 respectivamente, a la cola de toda la Confederación.
Unido a la escasa pluviometría de los últimos años, el nivel de agua embalsada en los pantanos de la cuenca del Guadalquivir ha descendido considerablemente, con lo que las presas de media se encuentran en la actualidad al 18,62% de su capacidad, dos puntos más que las de Jaén pero 13 menos que hace un año.
La sequía comienza a recordar a las más duras de las últimas décadas, cuando hubo cortes de suministro en la mayoría de municipios de la provincia, entre 1993 y 1995. Los valores todavía son mejores que los registrados entonces.
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