Denuncian el «abandono» del poblado del Tranco 7 años después de su cesión

«Nuestra aldea sufre un abandono total, a pesar de estar situados en el centro del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Carecemos de alumbrado público desde hace tres años, no se limpian los pastos, con el posible riesgo de incendio que eso supone, y eso a pesar de que estamos en el parque natural. No contamos con una depuradora de residuos, de manera que todo se vierte al arcén de la carretera, y carecemos de un suministro de agua digno», se queja Francisco Javier Cabrera, vecino del poblado y empresario turístico del entorno del pantano. Pero, para ellos, lo peor de esta situación es continuar sin la propiedad de sus viviendas.

Hay que recordar que el Tranco es uno de los mayores embalses de España. Fue construido entre 1929 y 1944, y junto a él se estableció el poblado, que inicialmente se concibió como un pueblo provisional en el que se alojaban tanto el personal técnico como los obreros que participaban en la construcción de la presa, supuestamente hasta que terminasen las obras y se pusiera en funcionamiento la central hidroeléctrica en 1946.

La concesión de aprovechamiento hidroeléctrico fue hecha a la compañía Sevillana de Electricidad, hoy llamada Endesa. Como otros muchos, este poblado estaba condenado a la desaparición sino hubiese sido por el empeño de muchos de los descendientes de aquellos primeros residentes. El paso clave se dio en 2007 cuando el entonces consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, anunció el traspaso de la titularidad del poblado de manos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a la Junta de Andalucía. Aquello se celebró como un paso para dejar atrás el estado de abandono de esta zona y sobre todo para que las viviendas pasaran finalmente a manos de las familias que las han poblado desde siempre. Para eso era necesario hacer un nuevo traspaso de la propiedad desde la Junta al Ayuntamiento de Hornos, en cuyo término municipal está ubicado el poblado.

En el Ayuntamiento

«La Junta nos asegura que a finales del año pasado se hizo ese traspaso al Ayuntamiento, pero no sabemos cómo ni cuándo se hablará con nosotros sobre la titularidad de las viviendas», explica Cabrera. El problema es que mientras no sean oficialmente los dueños de esas viviendas tampoco pueden hacer rehabilitación alguna en las mismas, que era otra demanda histórica de los afectados.

«Estamos llevando a cabo los trámites para formar una asociación de vecinos para canalizar a través de ella nuestras protestas», explica este afectado.