Edición

Borrar
Imagen del agredido IDEAL
Paliza policial en Linares | La víctima de la agresión sufre una lesión en la córnea y el rostro desfigurado

La víctima de la agresión, que presenta el rostro desfigurado, vuelve al hospital por una lesión en la córnea

El hombre golpeado por dos policías nacionales fuera de servicio regresa a San Agustín para ser atendido, retrasándose su declaración ante el juez

JUAN JOSÉ GARCÍA

Linares

Sábado, 13 de febrero 2021

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El hombre víctima de la agresión sufrida, ayer por la tarde, en la calle Espronceda de Linares ha tenido que volver al hospital esta mañana para ser atendido por el personal sanitario, con motivo de las numerosas lesiones que presenta. No en vano, quedó con el rostro desfigurado tras los golpes recibidos por parte de un agente y un subinspector de la Policía Nacional de la ciudad. Tanto es así, que en el lugar de los hechos sangró abundamente, viéndose los restos en la acera.

Así las cosas, el agredido tuvo que ser trasldado al Hospital San Agustín, donde recibió el alta a eso de las dos de la madrugada, según pudo saber IDEAL. Pero ha tenido que regresar al centro sanitario hoy porque presenta una fisura en la córnea, según confirman desde la portavocía de la Policía Nacional en Jaén. El hombre también está a la espera de ser revisado por un especialista maxilofacial para analizar posibles daños en la mandíbula. Además, tiene la nariz fracturada.

El hecho de tener que volver al hospital ha supuesto que la declaración de la víctima de la agresión haya tenido que retrasarse. El juez de guardia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Linares ha ordenado su comparecencia, al igual que la declaración de los dos policías implicados: un agente de escala básica de Linares y un subinspector de Granada.

Los hechos

Los hechos ocurrieron en la tarde de ayer pasadas las seis de la tarde aproximadamente, en la calle Espronceda, en la terraza de un concurrido establecimiento hostelero. Según los vídeos difundidos y viralizados en redes sociales y Whatsapp, todo apunta a una pelea entre el agente de Policía, fuera de servicio en ese momento y vestido de paisano, y el hombre que resultaría agredido más tarde. Clientes y trabajadores del establecimiento, así como el subinspector, también fuera de su turno de trabajo y sin uniforme, trataban de separarlos.

Pocos minutos después, y a pesar de estar distanciados los dos participantes en la pelea, el agente de policía fue en busca de la víctima y, en presencia de su hija, menor de edad (14 años), comenzó a agredirlo. Todo ello a pesar de que hubo gente presente y testigos que intentaron impedirlo, pidiéndole que cesara en su actitud agresiva.

La tensión fue en aumento y el agente consiguió alcanzar al hombre y tirarlo al suelo. Fue entonces cuando el subinspector también se sumó para pegarle tanto él como a las diferentes personas que trataban de intermediar, incluyendo a la hija del hombre agredido, que no dejaba de gritar por lo que le estaban haciendo a su padre.

La brutalidad fue tal, que tanto el agente como el subinspector se lanzaron contra la víctima, dándole continuos golpes y puñetazos. Acto seguido, mientras el agente apaleaba al hombre en el suelo, el subinspector trataba de alejar a las personas que se encontraban alrededor para mediar y también a quienes estaban grabando la escena con el móvil, al grito de «fuera», así como a la hija del agredido, que gritaba y lloraba diciendo «¡por favor¡, ¿qué le está pasando a mi padre?«. El subinspector parecía estar fuera de sí, según se aprecia en los vídeos y así lo corroboran testigos presenciales de los hechos.

En ese momento, el agente de escala básica seguía inmovilizando a la víctima en el suelo, golpeándola y a la que produjo contusiones y heridas por las que llegó a sangrar abundantemente en plena calle. De hecho, precisó asistencia sanitaria y quedó con el rostro desfigurado, tal y como atestiguan fotografías difundidas en redes sociales sobre su aspecto.

La gente que lo vio todo desde la calle increpaba a uno de los policías, el subinspector, llamándole «sinvergüenza» y acusándolo de haber «pegado a una menor». «Tenía las manos llenas de sangre y se chuleaba y bailaba», señalaron los testigos. De hecho, llegó incluso a haber forcejeos y cruce de insultos entre familiares, amigos del agredido y testigos y el subinspector. Tras lo ocurrido, al lugar de los hechos llegaron dotaciones de Policía Nacional y Local por la llamadas de alerta recibidas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios