El padre de acogida del bebé fallecido en Linares declarará este viernes en el juzgado

Será entonces cuando el hombre, que fue detenido por la Policía Nacional por homicidio imprudente tras, presuntamente, «olvidar» al menor en su sillita del coche dentro del vehículo durante seis horas aparcado en la calle, dará su versión de los hechos ante el juez, que decretará si se impone alguna medida o no, además de conocer la petición de Fiscalía al respecto.

Horas después del arresto, el padre de acogida, profesor jubilado de 70 años y que había acogido varios niños durante más de una década, fue puesto en libertad al no encontrar riesgo de fuga ni causas para alargar su detención.

Su abogada, Rocío Garrido, confía en que «no hay causa penal» y será «archivado». Este jueves se ha procedido al traslado de las diligencias y, tras un primer visionado de los documentos, admite que los ve «muy favorables». Subraya que la familia «ha sacado adelante a menores en situaciones muy negativas», en los que han tenido incluso problemas de habla o de movilidad. Es más, el bebé de 20 meses que murió estaba en tratamiento con un logopeda por su complicación a la hora de comunicarse, y que «solo movía los pies». En un mes de acogida tuvo una «gran evolución», llegando a gatear, lo cual, según la letrada, mostraría la «implicación» de la familia con el menor.

Más que de lapsus, se habla de «posible amnesia» o relativo al hábito. Destaca que el sábado el hombre tuvo que acudir a Urgencias en Linares y fue diagnosticado de neumonía, recetándole antibióticos «muy fuertes» y que podrían afectar a sus capacidades, según indica. Valora una «desconexión de segundos», aunque insiste en que el hombre deberá ser sometido a diversas pruebas médicas para aclarar lo sucedido y su posible causa.

Era a las nueve de la mañana cuando el padre de acogida solía dejar al pequeño en la guardería. Las cuidadoras salían y se lo llevaban. Sin embargo, en esta ocasión, no ocurrió. «Él estaba en el coche, vio que el de delante avanzaba y él siguió», explica la abogada. Después, aparcó en la calle Pintor el Greco y dejó el vehículo durante seis horas, hasta que la mujer, que era quien recogía al bebé de la guardería, descubrió que no estaba ahí.

A lo largo de ese periodo de tiempo, el hombre habría continuado con sus tareas «con normalidad». Subió a su vivienda y ayudó a su esposa a bajar unas bicicletas que iban a donar a un colegio, después estuvo limpiando la casa e hizo las camas, así como otras tareas del hogar de las que se solía encargar.