El TSJA confirma la condena al hombre que violó al hijo de 12 años de su patrón en Jaén

Ocurrió en agosto de 2020 y comenzó como un juego, piedra-papel-tijeras, y luego al escondite. «Entonces me empezó a tocar mis partes íntimas». Así relataba la víctima la presunta violación que habría sufrido a manos de un empleado de su familia, de 36 años. Fue en un cortijo, ubicado en la pedanía de un pueblo jienense, no era un «lugar seguro» para dejar a cuatro menores –la víctima y tres amigos–, según indicó la madre, por lo que le pidieron al acusado que se quedara. «Confiábamos en él, trabajaba con nosotros y tenía las llaves del cortijo», contaba la madre en el juicio, el 5 de marzo de 2024. Fue en mitad del juego, escondidos en una habitación, cuando habría tenido lugar la violación.

Sin embargo, tras conocer la sentencia, que lo condenaba a doce años y medio de prisión al considerarlo culpable, la defensa presentó un recurso de apelación al TSJA que responde con una «completa desestimación» del mismo.

Según indicaba la defensa, los hechos que describe el menor «son inciertos» y producto de «una invención motivada», al parecer, por una deuda de salario y «posible reclamación de cantidad». No obstante, desde el TSJA se valora que «resulta descabellado pensar que los padres del menor pudieran urdir un plan tan retorcido ante la eventualidad de ser objeto de una reclamación judicial, sin importarles exponer a su propio hijo a las penalidades que en el ámbito social y judicial sufren de ordinario las víctimas de estos delitos, y mucho más cuando, como ocurre en este caso, se trata de un menor de doce años de edad que reside en una población de menos de mil habitantes».

Asimismo, la defensa apuntaba que el testimonio de la víctima «incurrió en graves y reveladoras contradicciones». Alo que desde el tribunal andaluz se responde con que «no se observan» dichas contradicciones, y menos que sean «relevantes en las sucesivas declaraciones», más allá de «ciertas matizaciones y precisiones» que demostrarían la «viveza» del relato, dándole más credibilidad.

Toda esta situación ha creado que la víctima sufra estrés postraumático y depresivo, según destacan en el documento, «teniendo en cuenta que el menor tiene inteligencia límite», agravando los hechos. Por ello, se ratifica la condena de doce años y medio de prisión por el delito de agresión sexual a menor de dieciséis años y la indemnización de 10.000 euros por los daños morales causados.