Se retrasa el juicio a la farmacéutica de Jaén por «inflar» recetas del SAS
El juicio ha quedado aplazado sin fecha a la espera de que el Ministerio Fiscal pueda revisar y analizar toda la documentación
Nuevos informes de última hora presentados por la defensa han vuelto a retrasar el juicio a una farmacéutica acusada de «inflar» desde su farmacia, ubicada ... en la capital jienense, las recetas del Servicio Andaluz de Salud (SAS). El juicio ha quedado aplazado sin fecha a la espera de que el Ministerio Fiscal pueda revisar y analizar toda la documentación.
En esta causa el Ministerio Fiscal reclama para la farmacéutica M.L.H.G. cuatro años y medio de prisión, 2.400 euros de multa e indemnizar al SAS en 932.684,89 euros. En concreto, le acusa de un delito continuado de falsificación de documento oficial y otro continuado de estafa.
Cuando llegue el momento, la farmacéutica no se sentará sola en el banquillo. Le acompaña como acusada la oftalmóloga A.P.R. a la que el Ministerio Fiscal reclama un año de prisión por un delito de estafa continuada. En este caso se le acusa de entregar a la farmacéutica acusada nueve recetas en las que se prescribía a sí misma un medicamento recetado a su madre en una consulta privada y que le era facilitado «a sabiendas de que no correspondía su financiación a través del sistema público».
Una vez que el Ministerio Fiscal haya analizado toda la documentación presentada por la defensa, la Sección Segunda volverá a poner fecha al juicio.
Meses de pesquisas
La investigación de la Guardia Civil sobre las recetas infladas al SAS comenzó en el verano de 2016. Tras meses de pesquisas, la investigación se cerró descartando que hubiera un fraude generalizado por parte de las farmacias en la provincia de Jaén, pero sí se presentó acusación en dos casos concretos.
El primero de ellos se enjuició el pasado mes de febrero y se cerró con una condena de dos años de prisión al farmacéutico A.J.M.P. por «inflar» desde su farmacia de Huelma las recetas del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Además, se le condenó a dos años de inhabilitación para el ejercicio de la profesión, al pago de una multa de 960 euros y a indemnizar al SAS en 1.151.431,23 euros y en 5.500 euros al Colegio de Farmacéuticos.
Fue una sentencia alcanzada por conformidad de las partes después de que el acusado reconociera los hechos y se declarara culpable de los mismos. Lo hizo en una vista en la que quedó absuelta su esposa C.G.C., después de que el SAS y el Colegio de Farmacéuticos retiraran la acusación. Ahora falta por celebrar el segundo de los juicios y ver si como en el primer caso se vuelve a cerrar con una sentencia de conformidad.
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