Una obra tocada por la Sinfónica de Jaén opta a una nominación a los Goya

«Va a ser difícil obtener la nominación porque suelen dárselas a películas más taquilleras», reconoce adjuntando que mantiene viva la esperanza de que Dani Rovira lea el próximo lunes el nombre de la película que lleva su música. Cuenta que, pase lo que pase, la experiencia de grabar con la Sinfónica de Jaén ha sido más que grata. «Era la primera vez que grababa con ellos y el proceso fue muy rápido porque tenían que entregar la película en muy poco tiempo. No sabía lo que me iba a encontrar y cuando llegué vi que la mayoría de los músicos eran menores de 16 años pero me sorprendí mucho cuando empezaron a tocar porque la calidad era brutal», reconoce el compositor sevillano.

«Me encantó el nivel, lo pasamos muy bien y estoy muy contento con el resultado», añade Jesús Calderón, que se encargó él mismo de todo el proceso de mezclado e incorporación de la música a la película y a los diálogos, algo que hizo desde su casa durante el confinamiento.

Es recíproco el sentimiento de haber vivido una experiencia especial en esa grabación, o eso es al menos lo que desprende el director de la Banda Sinfónica Pedro López que asegura que fue «chulísimo» grabar con Jesús Calderón. «Fue de las primeras experiencias verdaderamente profesionales que hemos tenido en la Sinfónica y contamos con un pequeño grupo de cuerda para afrontar las partes orquestales. Fue un trabajo muy interesante porque a la vez que dirigía a los músicos tenía que estar mirando a la pantalla para ver la escena y coordinarlo», aclara sobre el trabajo que hicieron, del que también cuenta que fue «complicado».

«Estuvimos un fin de semana entero grabando pero la actitud de los músicos fue increíble y tuvimos un gran técnico de sonido. Todo fue rodado, rápido y muy profesional. Los músicos demostraron una profesionalidad muy por encima de la edad que tienen», hace hincapié Álvarez en el valor de la labor que hicieron estos jóvenes jienenses que asombraron al compositor de una de la que se llegaron a adaptar algunas partes sobre la marcha aquel mismo fin de semana, por aquello de los rapidísimos tiempos de trabajo que requiere el cine.

Pedro aclara que están viviendo todo esto con «más ilusión que nervios». «El hecho ya de ser candidatos a estar en los Goya nos debe enorgullecer mucho porque no somos una agrupación profesional», matiza agradeciendo a Pepe Valero, uno de los músicos, el haber brindado a todos esta oportunidad. «Si llegáramos a estar nominados creo que sería un éxito para la música de la provincia y para el trabajo que se viene haciendo», cuenta Pedro que adelanta que seguirán trabajando con Jesús: «Si no nos nominan esta vez, lo harán en una próxima».