Las mujeres y los jóvenes primero
El relevo generacional y el despoblamiento del mundo rural también tienen reflejo en la feria del aceite | Alrededor del 30% de los titulares de las explotaciones son mujeres, y solo un 10% está a nombre de menores de 40 años
Joven en el campo es el que tiene menos de 40 años. Y aún así escasean. En Expoliva se puede comprobar con un paseo por ... los pabellones exteriores, donde está la exposición de maquinaria. El territorio de los agricultores, donde al contrario que ocurre en el pabellón principal no hay cortabas. Canas y muchos años de la mayoría de los hombres que evalúan con ojo experto las máquinas. Hombres. Mayores. El ministro Luis Planas situó el relevo generacional y la incorporación de la mujer al campo como dos de los principales retos del sector si quiere tener futuro. Por la feria, entre la maquinaria, futuro no se ve mucho. Las estadísticas indican que menos de un 10% de los agricultores aún están en la treintena, y que alrededor de un 30% son mujeres.
Juan Serrano se pegó ayer un madrugón para llegar pronto en Expoliva desde Montillana (Granada). En realidad, madrugaron dos Juan Serrano. Padre e hijo. El menor tiene 32 años. Agricultor de toda la vida. «Es lo que me gusta desde chico, es una buena forma de vivir», asegura. Acabó la ESO, y se enganchó a trabajar con su padre. Su hermano mellizo estudió, y se tuvo que ir. «En el pueblo no había trabajo para él». De sus compañeros de instituto quedan dos en el pueblo, en el campo. Los demás se han ido. «Si tienes trabajo se vive bien. Tampoco es para pegar 'chillíos'», bromea.
Eusebio Ruiz, de 62 años, y José Antonio, de 26, ofrecen una estampa similar entre las máquinas y los expositores. Son de La Carolina y también agricultores de varias generaciones. Eusebio tiene dos hijos y los dos trabajan con él en la finca. A José Antonio le falta una asignatura para sacarse el grado de Biología en la UJA. «Lo ideal sería compaginar las dos cosas, complementarlas. Yo sí le veo futuro». De sus compañeros de instituto «no queda casi nadie en el pueblo». Su padre apunta: «Quién va a quedar, con lo que nos pagan por el aceite».
Desde las organizaciones agrarias se llevan quejando desde hace años de la falta de apoyo de las administraciones a la incorporación de jóvenes, y las continuas trabas burocráticas que encuentran los que lo intentan.
José Miguel Bellón, de 39 años, es un caso particular. En su familia el campo había sido siempre una actividad complementaria, y tenía negocios aparte. Él participó en un negocio de hostelería en el centro de Jaén. Hasta que hace cinco años se echó al campo. «Es lo que tenemos en Jaén, donde hay negocio», apunta. Se enroló en una empresa de servicios agrícolas, con inversiones en maquinaria, y coge aceituna y lleva fincas por todo Jaén. Hasta el Portugal ha trabajado. Y las cosas le van saliendo bien.
El relevo es una cuestión que admite pocas demoras. El 70% de los 228.923 titulares de explotaciones agrarias andaluzas tiene más de 50 años y el 35% sobrepasa los 65.
«El campo se tecnifica y se moderniza o se muere cuando desaparezca esta generación. No quedará nadie en los pueblos. Desde Asaja llevamos años defendiendo la necesidad de modernizar y tecnificar, incorporar las nuevas tecnologías al campo mediante la agricultura de precisión. Nos podemos encontrar con el problema de que en unos años no tengamos ni mano de obra suficiente para continuar con esta agricultura artesanal que estamos realizando ahora, y no quedará más remedio que tecnificar. Entonces la mano de obra tendrá que ser altamente cualificada. Los tiempos de adaptación cada vez son más cortos, ya que nos encontramos en un proceso que avanza muy rápido. La adaptación implica que la mujer se incorporará al campo en igualdad de condiciones porque la fuerza física no importa sino la fuerza mental y el talento y la preparación», dice Luis Carlos Valero, de la patronal Asaja.
Mujeres
Sobre el papel, la mujer ya está incorporada a la agricultura. Según datos de Cooperativas Agroalimentarias, en la provincia había en 2017 (último dato oficial disponible) 104.251 socios, de los que 39.168 eran mujeres. Desde la organización agraria UPA confirman este porcentaje de algo más del 30%. Una cosa es la titularidad o cotitularidad y otra la presencia real de la mujer en el campo. Las cooperativas pueden ser un buen termómetro. En la provincia hay 4 presidentas de cooperativas y alrededor de 120 mujeres en los consejos rectores de 163 entidades. Muy poco aún.
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