El ministro Planas augura «un futuro próspero» al olivar a pesar de los aranceles

«No sólo saldremos de ésta, sino que lo haremos reforzados y que evidentemente el futuro de nuestro sector del aceite de oliva es un futuro próspero», ha dicho Planas en su intervención durante la visita a unas obras de la comunidad de regantes de Pozo Alcón e Hinojares.

El ministro ha señalado que España es el primer país productor del mundo de aceite de oliva y «Andalucía es la mayor productora del mundo, la región mayor que produce más aceite de oliva del mundo», mientras que Jaén es «el epicentro de la producción mundial del olivar con un 15% aproximadamente de la producción mundial».

De los más de 1.000 millones de aceite de oliva español que se exporta a Estados Unidos, 800 proceden de Andalucía. Planas ha explicado que estos datos llevan a tener «muy presente los intereses que tenemos en la defensa de nuestra presencia en el mercado norteamericano, cosa que pensamos hacer por supuesto con toda la capacidad de negociación, pero también con toda la firmeza que sea necesaria a este respecto».

Para Planas, la producción del olivar y todo lo que supone el aceite de oliva es importante desde el punto de vista de la creación de riqueza, pero también en el ámbito de la alimentación y la salud «es cada vez más reconocido en el mundo» y por eso «aumenta la producción y la comercialización».

Por último, ha hecho hincapié en la apertura y consolidación de nuevos mercados para el aceite de oliva. En este punto se ha referido a Mercosur, un acuerdo que se ha mostrado confiado en que «se ratifique pronto».

«Son 268 millones de personas, de ellas 212 en Brasil, un país que consume el aceite de oliva, que tiene unos aranceles muy altos y que los va a disminuir por este acuerdo», ha dicho el ministro, que también se ha referido a China, Vietnam, Japón, Corea, que «son consumidores de nuestro aceite de oliva y, por tanto, destinatarios potenciales de nuestras exportaciones».

Por su parte, la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha argumentado «que por el peso del sector agroalimentario en la economía andaluza» la región se puede situar como «una de las grandes comunidades autónomas perjudicadas» por los aranceles.

Ha apuntado que la denominada como 'guerra comercial' podría suponer «una bajada del 0,4% del PIB a nivel de Unión Europea», que ha reducido a la mitad en el caso de España, que sería de un 0,2%. En su opinión, a pesar de la calidad «excepcional» del aceite, el aumento de precios puede llevar a los consumidores a acudir a otro «peor, pero que al consumidor le resulte más barato».

Tras apuntar que en el caso concreto de la provincia de Jaén las exportaciones son superiores a los 1.000 millones de euros del sector agroalimentario y del olivar, la consejera de Empleo ha reflexionado sobre que «este proteccionismo no beneficia a nadie» y que «las guerras comerciales suponen perder la confianza del consumidor y de las empresas».

A juicio de la responsable de Empleo, «la Unión Europea no puede entrar en esa guerra» de aranceles como réplica a los anuncios de Trump, aunque sí ha abogado por que «se tiene que proteger», convencida de que «tenemos que ir a una respuesta consensuada».

Blanco ha esgrimido que «no es fácil abrir nuevos mercados» que supongan la alternativa al estadounidense, con el agravante de que un producto como el aceite de oliva requiere de «mercados de un nivel adquisitivo alto». Por ello, «no se les puede llevar a cualquier sitio», aunque ha apuntado la necesidad de «empezar a pensar en mercados asiáticos», entre los que ha incluido a Japón o Corea del Sur, aunque ha reconocido que «eso no se hace en dos días».