La maldición del tiempo interesante
En Jaén encadenamos crisis y en la 'desescalada' de esta se retoman asuntos como el tranvía o las mociones de censura, sin olvidar el ataque al ingreso mínimo vital
Ulises regresa por fin a Ítaca y se disfraza de mendigo para infiltrarse en su propia casa y acercarse a quienes en su ausencia ... ha acosado a su mujer, violentando su casa y esquilmado sus bienes en fiestas. La diosa Atenea le conmina a pedir a cada uno de los pretendientes un trozo de pan, «para comprobar cuáles son rectos y cuáles son injustos». Algunos le dan al menos las migajas, pero su líder, Antínoo, reacciona con alarmante altanería y desprecio, y le reprocha al porquero Eumeo que haya llevado al mendigo. «¿Por qué has traído esto a la ciudad? ¿Es que no tenemos suficientes gorrones, mendigos pegajosos, aguafiestas?». Luego Ulises se venga, como se ve en la ilustración de Gustav Schwab. Por cierto, que el nombre de Antínoo significa 'anti-mente', escribe Daniel Mendelsohn en 'Una odisea', el libro que tengo entre manos.
El ingreso mínimo vital también ha creado, y creará, airado rechazo en los de siempre, como en su día el PER, demonizado y amenazado hasta que echaron cuentas y vieron que era cuatro gordas comparado con las ayudas que reciben grandes empresas, incluidas la del automóvil, y que además cumple una función social, completa rentas, evita la despoblación y mantiene el medio rural. No era ni es la mejor solución, la mayoría quiere un trabajo en condiciones, pero a ver dónde está. La prueba es que nadie lo ha quitado. Eso sí, control y transparencia, que siempre hay intrusos, como el sangrante 'caso de los ERE', aunque no por eso se han suprimido ni los ERE ni los ERTE, como vemos en esta pandemia.
La Junta y el Ayuntamiento de Jaén se ponen de acuerdo para finiquitar el anterior convenio del tranvía y cerrar el nuevo, «prácticamente», dicen, un adverbio muy político y que prefieren al denostado 'casi', más exacto pero luce menos. Y lo califican de «éxito», después de once meses de negociar los flecos y de diez de años con los tranvías amortajados en las cocheras. Sí, se puede morir de éxito. Los niños que crecieron con las obras y soñaron un día montarse en él ya van, casi, a la Universidad. Y aún queda el informe jurídico, la memoria justificativa, la aprobación en pleno, la firma, licitar quién lo gestiona, reparar por desuso la infraestructura, contratar al personal, hacer las pruebas y rezar todo lo que se pueda. Dentro de año y medio estamos ya en la recta final de la legislatura y las campañas electorales siempre lo han hecho descarrilar.
El virus va camino de controlarse, con todas las reservas y precauciones del mundo. La Junta ha repetido, más por política que por otra cosa, el «daño reputacional» que se hacía a Málaga y Granada porque iban una semana detrás. Si por las prisas hay un rebrote y hay que 'cerrar' una ciudad, una comarca, una provincia o una región entera, se van a enterar lo que es el daño reputacional. Mañana comenzamos todos juntos la fase 3, y además de la crisis económica y de empleo debatimos en Jaén dónde poner el monumento en mármol de Macael donado por los empresarios a las capitales para homenajear a los profesionales de los servicios esenciales que dieron el callo en los peores momentos. El alcalde ha propuesto un parque del barrio de Las Fuentezuelas y el PP prefiere un sitio más céntrico y visible, y que la decisión se tome por consenso, aprovechando que el gobierno municipal (PSOE y Cs) pide unidad para la recuperación. Un debate centro/periferia interesante, con razones en ambos casos y que además estaría bien que fuera por consenso, con la esperanza de dejar atrás algunos episodios sectarios en la historia reciente jienense.
«Aprovéchese de que tiene un presidente leal», conminó el portavoz del PP al alcalde en el último pleno. Se refería, obvio, al presidente de la Junta. Es verdad que hay sintonía y puentes entre Ayuntamiento y Junta, pero por voluntad de ambas partes, frente a la confrontación inerte de tiempo atrás, aunque no terminan de llegar las inversiones y lealtad es también cumplir los compromisos hechos días antes de las elecciones y a los que puso nombre: Plan Jaén Avanza, Plan Jaén Mejor Comunicado.
El portavoz 'popular' aludió esta semana a dos proyectos, el Conservatorio Superior de Música y la Ciudad de la Justicia, aún por materializar. Fue en su visita con despliegue al barrio de Expansión Norte, día y medio después de hacerlo el alcalde con ocho concejales. En ambos casos sonó a 'vamos poniendo los espartillos para cuando toque cazar el voto'. ¡Qué tendrá el Bulevar que todo son arrumacos, qué tendrá!
La Guardia de Jaén
Y qué tendrá La Guardia para estar en vilo político las últimas décadas, con plenos a cara de perro y cruce de querellas. La Guardia de Jaén tiene una de las rentas más altas de la provincia y no pocos jienenses se han ido a vivir al municipio vecino, a urbanizaciones que suponen ingresos municipales. Esta semana ha recuperado la vara de mando quien la ha tenido durante 16 años, Juan Morillo, del PP. Poco le ha durado a los socialistas el gobierno con el único concejal de Ciudadanos, que ha decidido apoyar la moción de censura, tan legítima como todas. Los tribunales dirán, pero a simple vista suena raro, raro, raro. Por tres razones: primero, porque coincide con la denuncia socialista en los tribunales sobre una supuesta caja b del anterior alcalde; segundo, porque el edil alega ha visto que el PSOE no tenía proyecto para el municipio, lo que a diez meses vista ya es ver; y tercero, y más importante, porque su propio partido le ha abierto expediente.
Al menos el pleno fue tranquilo, el coronavirus echó una mano a los promotores de la moción de censura y se celebró a puerta cerrada. Aunque se barruntan sesiones plenarias de nuevo tensas. Por una cosa o por otra, los guardeños no encuentran la paz en su particular regreso a Ítaca. '¡Ojalá te toque vivir tiempos interesantes!', dice una maldición china, antes incluso de Trump.
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