Lozano no acudirá a las primarias del PSOE porque «el interés general está por encima»

¿Entonces, por qué quería presentarse a la secretaría general, qué quieren mejorar, él y alcaldes renovadores del partido? «Mejorar algunas cuestiones. Es bueno detenerse, analizarlas, adaptarlas, crear nuevos foros y hacer un partido mucho más participativo», contesta, aunque acto seguido se corrige: «reforzar eso».

Asegura que esa apertura y participación la pide la militancia y la sociedad, convencido de que su partido es «el que más se asemeja, el que más se parece a la sociedad». De ahí que insista en dos ideas fuerza: «trabajo en equipo» y «empatía con la gente».

Ideas que le llevaron a la victoria aplastante en Marmolejo en las últimas elecciones municipales, con el 72% de los votos y 10 de los 13 concejales de la corporación (dos, Ciudadanos, y uno, el PP). De hecho, su municipio es el que tiene más militantes socialistas de la provincia en términos absolutos. «La explicación está en un equipo de personas y en un proyecto que conecta profundamente con los ciudadanos. Una empatía que hay que tener con la sociedad, entender sus prioridades, aunque no siempre se pueda conseguir todo», afirma Lozano, de 41 años y no muy conocido hasta ahora fuera de su municipio y de su partido.

«El éxito es del equipo y de la empatía con la gente, de aunar todo un conjunto de voluntades con un mismo objetivo», afirma este administrativo de profesión, que afirma que trabajó de ello en una empresa privada y que lleva desde 2003 en el Ayuntamiento, una vez liberado (con sueldo municipal) y otras no, y que antes de ser alcalde pasó por diversas áreas (Obras, Seguridad Ciudadana, Urbanismo, Agricultura, Deportes) y por el banquillo del juzgado en el 'caso tanatorio', por la concesión de una licencia, del que resultó inocente en 2018, aumentando un año después aún más la mayoría absoluta de 2015.

Del PSOE provincial destaca que ha sido capaz, en este pulso, de «abrir debates internos, de pensar en el interés general y de llegar a acuerdos», convencido de que el partido saldrá «fortalecido» a partir del congreso, en torno a Reyes, al que define como «el líder, ejemplo de trabajo, dedicación y constancia».

Defiende la limitación en los cargos orgánicos recogida en los estatutos, un máximo de tres mandatos, y que hay que apostar por la experiencia y por la juventud, pues no es cuestión de edad sino de «utilidad».

Sobre si le gustaría ser secretario general en la provincia dice que le gustaría «ser útil a su partido y a la sociedad jienense, esté donde esté», y que no entiende su futuro cargo como número dos en clave sucesoria, sino como «una oportunidad para ayudar al partido y la provincia», y que hay otros compañeros preparados que también podría estar ahí.

Y sobre la necesidad de renovación o no en el PSOE jienense dice que a partir de este «periodo de reflexión» habrá un fortalecimiento, que culminará en el congreso. Y habla de hacer a partir de ahora «un trabajo conjunto y favorecer la participación», matizando, por si alguien tiene alguna duda, «que ya se venía haciendo pero hay que reforzar».