La ingeniera jienense pionera en el diseño de entornos inteligentes centrados en las personas
Macarena Espinilla Estévez, que representa una nueva generación de liderazgo científico en España, recibirá el IDEAL del año en Sociedad
Ascensión Cubillo
Jaén
Lunes, 9 de junio 2025
Macarena Espinilla Estévez está convencida de que la inteligencia artificial es la nueva electricidad. Está ya presente en nuestras vidas y seremos dependientes de ella como ahora lo somos de la electricidad: lo comprobamos el 28 de abril con el apagón. «La inteligencia artificial tiene que ser un puente entre lo tecnológico y las funciones que realizamos en nuestro día a día», dice, y pone como ejemplo el sistema sanitario, donde se encuadran las investigaciones que lleva a cabo desde el departamento de Informática de la Universidad de Jaén (UJA). Inteligencia artificial para facilitar el trabajo, ser más eficientes y dedicar el tiempo a lo importante: en este caso, el cuidado de las personas.
Catedrática de Universidad en el área de Arquitectura y Tecnología de Computadores en la Escuela Politécnica Superior de Jaén, dentro del departamento de Informática de la UJA, Macarena Espinilla Estévez representa una nueva generación de liderazgo científico en España: combina excelencia académica, visión aplicada e impacto social, con una trayectoria comprometida con el desarrollo de soluciones tecnológicas que mejoran la calidad de vida, especialmente de colectivos vulnerables.
Con una sólida formación en Ingeniería Informática, máster de Ingeniería Biomédica y un doctorado con premio extraordinario, esta jienense ha sido pionera en el diseño de entornos inteligentes centrados en las personas, como el apartamento inteligente del Smart Lab de la UJA, activo desde 2014. En este laboratorio se han validado tecnologías aplicadas a la vida cotidiana de personas mayores, pacientes crónicos y cuidadores, sirviendo de modelo para proyectos replicables a nivel nacional e internacional.
En 2020, en plena pandemia, lideró el proyecto Activa, que desarrolló un sistema de monitoreo inteligente para residencias, anticipándose a las necesidades tecnológicas del ámbito asistencial.
MicroChip4Age
En la actualidad, coordina el proyecto de transferencia MicroChip4Age desde el grupo de investigación en Avances en Sistemas Inteligentes y Aplicaciones (ASIA) de la universidad jienense. Están desarrollando dispositivos microelectrónicos pioneros de reconocimiento de comportamientos para mejorar el bienestar y la calidad de vida de personas mayores y pacientes con patologías crónicas. Se trata de dispositivos propios, alejados de soluciones comerciales génericas, con el objetivo de crear una tecnología realmente adaptada a las necesidades de los usuarios.
A diferencia de otros sistemas de monitoreo con dispositivos comerciales, el proyecto MicroChip4Age combina sensores ambientales de presencia o interrupción y balizas bluetooth distribuidas en el entorno, que se conectan a una pulsera de actividad llevada por el usuario. Esta configuración permite recoger información en tiempo real sobre su localización y comportamiento sin requerir su participación activa ni el uso de cámaras o micrófonos. «Nuestros dispositivos están diseñados para cuidar sin ser vistos y para proteger sin interrumpir», explica, a la vez que hace hincapié en que no se invade la intimidad de las personas ni se alteran sus rutinas.
Otro aspecto a destacar de su trayectoria es el esfuerzo por la internacionalización, con estancias de investigación en un gran número de países. Primero nutriéndose como investigadora y ahora formando a las nuevas generaciones, devolviendo así todo lo que a ella le han enseñado. En esta línea, hace dos meses impartió en Chile la lección inaugural del Doctorado en Inteligencia Artificial en la región del Biobío.
Con más de 50 publicaciones en revistas JCR (31 en Q1/Q2), nueve tesis doctorales dirigidas y colaboraciones con más de 30 investigadores internacionales, Macarena ha consolidado una red científica sólida que refuerza su proyección europea.
Su agenda investigadora está alineada con los grandes retos europeos en salud digital, envejecimiento, sostenibilidad e inclusión, en línea con la Agenda 2030 y el programa Horizon Europe.

«Soy fruto de la Universidad de Jaén, aquí hay mucho talento»
Las matemáticas y la física le encantaban en el colegio y en el instituto porque veía que con las ecuaciones y las fórmulas se podía modelar la realidad. Le fascinaba que se pudiesen predecir y estudiar los fenómenos del mundo, por eso tenía claro que quería estudiar una ingeniería. Al final se decantó por la Informática.
«Soy fruto de la Universidad de Jaén. Aquí hay muchísimo talento y es el ejemplo de que se puede llegar muy lejos desde una universidad de una ciudad no muy grande», afirma con el orgullo de pertenecer a un departamento puntero que a menudo aparece en las primeras posiciones de los rankings académicos.
Entre sus referentes no faltan ingenieras que lucharon por sus sueños, como Marie Curie y Ada Lovelace, considerada la primera mujer programadora de la historia. Si bien las mujeres han estado en minoría en las ingenierías, Macarena apostilla que ahora se están realizando acciones para visibilizar a ingenieras y científicas de diferentes ámbitos, como por ejemplo la exposición de pioneras en Informática que hay en la Escuela Politécnica Superior de Jaén. «Se está haciendo una labor importante a la hora de visibilizar a las mujeres en ámbitos tradicionalmente más masculinizados», reconoce, para acabar así con unos estereotipos que se alejan de la realidad.
Como «clara defensora de las vocaciones» en cualquier ámbito, a las chicas que hoy dudan de si la ingeniería puede ser su lugar les dice que sí. «El curso que viene se implantará el primer año del Grado de Inteligencia Artificial y Ciberseguridad en la Politécnica Superior de Jaén: si tienen vocación, que le den voz. Las esperamos con los brazos abiertos», concluye.
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