Drones, helicópteros y equipo canino, así se busca a los desaparecidos en las sierras de Jaén
Un ciclista americano, una octogenaria suiza y un hombre que buscaba setas, entre las víctimas que se desorientan en las montañas de Jaén
Enara López de la Peña
Jaén
Domingo, 24 de agosto 2025, 21:32
Miriam Irene, de 80 años y de origen suizo, se «confundió» con el GPS y su coche, con el que salió de Almería, acabó en ... una pista forestal del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Su vehículo fue localizado en el entorno de La Capellanía, una aldea de Hornos de Segura. Fue en febrero del año pasado y todavía no se ha dado con la mujer.
En 2024 también, en noviembre, se perdió la pista de un hombre, de 47 años, por la misma zona. A él sí lo encontraron. Se desorientó con la intensa niebla mientras buscaba setas y acabó a 4 kilómetros de su coche.
Quien tuvo un final diferente fue el ciclista americano Matt Operman, de 50 años. Su cuerpo fue hallado por el antiguo seminario de Siles, a 30 kilómetros de las otras desapariciones, tras varios días de búsqueda. Y entre Siles y Orcera, en la zona de Navalperal, fue localizado un aeroplano siniestrado con los restos humanos carbonizados de Isabel y Alfonso, un matrimonio murciano cuya avioneta dejó de enviar señal en octubre del 2024. Misterio o casualidad, hay quien llama a la zona 'Triángulo de las Bermudas' jienense. ¿Qué opinan los expertos?
Luis Raya, Jefe del GREIM (Grupos de Rescate e Intervención en Montaña) ha oído el término, pero «no le he dado mucha importancia». «Hay muchas personas desparecidas o que se extravían en todas las provincias de España, incluso más que en Jaén», destaca, por lo que señala, «es normal». «Es una montaña que atrae a muchos deportistas y montañeros por la belleza del parque. A su vez, es una zona muy extensa de barrancos, sendas, pistas, picos, aristas montañosas, con infinidad de caminos entrecruzados, a la que hay que añadir inmenso matorral y bosque», dice, y concluye: «Es fácil perderse».
De hecho, hay puntos en los que los teléfonos fallan y la conexión se pierde, lo cual empeora la señal y aumenta el riesgo de acabar desorientado. Razones que también llevaron a comparar el entorno de la sierra jienense con el de las Bermudas.
Cuando la desaparición ocurre, ¿cómo se actúa? Es la Compañía Territorial de la Guardia Civil quien avisa al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña, especialistas que deben desplazarse desde Granada. «Lo primero que hacemos es recabar toda la información disponible y ubicación de la última ubicación conocida, si esto es posible», explica Raya. Después, se ponen en contacto con el mando policial responsable, para que determine en qué zonas, más escapadas y de difícil acceso, quieren que busquen. La urgencia de la búsqueda depende de diversos factores, como la edad de la víctima, enfermedades conocidas, experiencia en moverse por montaña, toma de medicamentos, si iba solo o en grupo. En cuanto a factores externos, se valora el terreno de búsqueda, condiciones meteorológicas, si se aproxima la noche, etcétera. Lo común es que salga un equipo con los perros, amigos fieles en estos casos.
Cuando sale el helicóptero, la situación es más grave. El Servicio Aéreo de la Guardia Civil es una Unidad independiente al GREIM de Granada, que se activa en búsquedas de riesgos como menores de edad o personas de avanzada edad u otras personas con patologías conocidas de riesgo. Pero no es el único apoyo con el que cuentan. El empleo de drones se ha extendido y ayuda a llegar a lugares escarpados con más rapidez, «descartando zonas que nos quitaría tiempo en llegar a pie o rapelando y así buscar por otras zonas donde los drones no pueden llegar». Sin olvidar que se cuenta con apoyo desde Madrid que pueden triangular repetidores de telefonía y asignar una zona de búsqueda concreta. Así se controla mejor las zonas de batida, qué queda y quién lo realiza, lo cual no quiere decir que no se busque más por esas zonas. «Si no aparece la persona, volvemos a buscar, desde otros ángulos, realizando batidas en línea y convergentes, utilizando para ello más personal y en otras direcciones», destaca Raya. Y es que su trabajo no concluye, al menos mentalmente, hasta que se sepa algo de la víctima.
«Nos pusimos muy contentos de que estuviese con vida»
El jefe del GREIM, Luis Raya, recuerda uno de los momentos que marcó su profesión reciente mente. En concreto, fue en octubre de 2024 cuando estuvieron dedicados a la búsqueda de una persona de origen francés de 65 años y que se perdió bajando del Mulhacénel pico más alto de la península ibérica, en Granada. «Estuvimos buscándolo durante tres días, con perros especialistas, vía aérea y muchos compañeros de Guardia Civil», relata. Así pasaron tres días y, con la bajada de temperaturas, temieron lo peor.
Sin embargo, cuando se iba a finalizar el dispositivo, lo localizaron en una aldea cercana a Pampaneira (Granada). «Se encontraba accidentado, con clavícula fracturada y fuerte golpe en espalda y cadera. Durante una de las noches había sufrido una caída y desde entonces estaba desorientado. Comió lo que pudo encontrar en campos de los alrededores. Nos pusimos muy contentos de que estuviese con vida», cuenta. Incluso la embajada francesa les agradeció su labor.
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