79 empresas jienenses con negocio en China, afectadas por la crisis del coronavirus

Para ellos el coronavirus es mucho más que una preocupación por un posible contagio particular. Ahora mismo es una amenaza para sus empresas, que exportan a muchos países, de Asia y de otros continentes, pero en las que el mercado Chino tiene cierto peso, y de seguir la situación tal y como está ahora, puede convertirse en algo más que un quebradero de cabeza.

Pero, ¿qué empresas son esas? Sin duda, el principal sector de la provincia que trabaja con China es el del aceite de oliva. Las grasas animales o vegetales supusieron el 31,1 por ciento de las operaciones el año pasado. De ellas, el 22,8 por ciento eran de aceite de oliva. Le siguen los aparatos y materiales eléctricos (23,4% de las exportaciones en 2019). En tercer lugar los vehículos automóviles y los tractores (13,3%). Tras estos, los productos de origen animal (12,6%), los materiales plásticos y sus manufacturas (8,8%), y la madera y sus manufacturas (5,2%). El resto de sectores tienen un porcentaje de ventas muy pequeño.

Y como siempre, tras las cifras hay nombres propios: Oro Bailén, Castillo de Canena, Aceites Supremo o Soler Romero son algunas de esas empresas, todas ellas de aceite de oliva, afectadas, en mayor o menor medida, por la crisis del coronavirus en China.

Edurne Rubio es la responsable de exportaciones de Oro Bailén. Reconoce que en estos momentos las exportaciones con China «están en 'stand by'». La empresa no tiene pedidos diarios con el país asiático, pero sí tienen un volumen de negocio que les lleva a pensar que, si esto continúa así, «nos va a repercutir». «Hasta ahora es poco tiempo, pero si se alarga supondrá un problema mayor», explica Rubio.

Aceites Oro Bailén lleva tiempo trabajando para que China tenga un peso destacado en la facturación de la empresa. También trabajan fuerte con Corea del Sur, donde el coronavirus está en plena expansión. «Allí lo que nos ha pasado es que tenemos facturas pendientes de cobro porque los mercados se han desplomado y la moneda se ha devaluado, con lo que están esperando a un mejor tipo de cambio, y eso ha producido retrasos en los pagos». Aún así, a diferencia de lo que ocurre con China, a Corea no han dejado de enviar pedidos.

La crisis del coronavirus también les ha obligado a cambiar los planes respecto a más de un viaje. Por ejemplo, ahora tenían prevista una reunión en Japón con operadores de Taiwan, pero resulta que Taiwan ha decretado que todas las personas que lleguen al país desde Japón tienen que estar obligatoriamente en cuarentena durante dos semanas. Ante esto, han cambiado los planes y la reunión será en Barcelona, en la feria Alimentaria .

La responsable de exportaciones explica que normalmente, en la primavera es cuando suelen organizar los viajes de empresa a los principales países de Asia con los que trabajan, es decir, China, Japón, Taiwan y Corea del Sur. «Ahora mismo no los hemos cancelado, pero estamos a la expectativa, a ver como evoluciona la situación». «Nuestro importador en China espera que en un mes esté la situación normalizada. Nosotros confiamos en que venga la primavera, el calor y el coronavirus afloje», reconoce. Aún así, Oro Bailén exporta a más de 35 países, pero con China «estábamos en plenas negociaciones» para seguir abriendo mercado, pero, de momento, todo ha quedado parado.

En Castillo de Canena, su director, Paco Vañó, asegura que el nivel de exportaciones que la empresa tiene con China es bajo. «Es un mercado muy complicado, que necesita madurar, y que necesita que se siga profundizando en educación e información sobre el aceite de oliva, porque la que hay es muy pobre».

Vañó explica que la crisis del coronavirus lleva pocas semanas y «no nos ha afectado mucho. Lo cierto es que, de momento, tampoco hemos evaluado como nos puede afectar en el futuro, pero creo que va a tener un impacto mínimo».

Eso sí, la empresa ya ha tenido que asumir la cancelación de eventos previstos en Asia, «como catas», «por políticas preventivas y por precaución». Además, «los viajes de esta empresa a extremo oriente están temporalmente suspendidos».

Vañó considera que de alguna u otra manera todos los sectores económicos se van a ver afectados por el coronavirus. «El aceite de oliva es un producto saludable, que en principio, no debería de verse perjudicado, otra cosa es que caiga la demanda interna, que se produzca el cierre de ciudades, o que haya una falta de confianza generalizada. Pero esos son escenarios muy duros y no debemos de caer en el alarmismo. No podemos ser catastrofistas».

«Ya nos han cancelado eventos multitudinarios, como catas, por políticas preventivas y cautela. De momento los viajes a extremo Oriente de nuestra empresa están suspendidos», asegura Vañó.

Mónica Marín es responsable de Exportación de la empresa de aceites Soler Romero. Reconoce que la primera consecuencia que ha dejado el coronavirus en su empresa es que «nuestro importador de China tiene que hacernos un pago y no lo hace porque asegura que los bancos están cerrados». Respecto a los pedidos, explica que tiene un pedido que va a salir conforme a lo previsto, «aunque somos conscientes de que si normalmente tarda un mes ahora seguro va a tardar quince días más». Eso es lo que la empresa espera porque desde que comenzó esta crisis sanitaria, es el primer pedido que sale para China.

«Somos conscientes de que todo se va a ralentizar, que habrá menos consumo y que eso nos va a afectar seguro. El mercado chino para nosotros tiene un peso considerable, representa un 10 por ciento de nuestras ventas», asegura Marín.

Para Aceites Supremo la 'herida' que pueda causar esta crisis es más pequeña porque, según cuenta su CEO, Andrés García Gallego, «no tenemos un mercado concreto en China, sino que realizamos operaciones puntuales. Podemos estar un año sin hacer operaciones con China y otro año que salgan seis, pero no es un cliente recurrente. Trabajamos principalmente con Taiwan, Japón, la Unión Europea o México», explica.