El arreglo de las grietas de la torre en la iglesia de La Magdalena estaría un poco más cerca
La parroquia ya tiene el permiso de Cultura, a la espera de la última autorización, la del Ayuntamiento, para comenzar las obras
La solución al deterioro de la torre de la parroquia Santa María Magdalena, que ha sufrido en los últimos años un desplazamiento de la torre ... que ha originado varios desperfectos, podría estar un poco más cerca tras recibir este mismo jueves la autorización del área de Patrimonio de la Junta de Andalucía, permiso necesario para poder realizar la intervención al ser un edificio protegido. Así lo confirma el párroco, Juan Raya, que explica que están a la espera de la última autorización, la del Ayuntamiento. Una vez reunidos todos los permisos, que «esperan desde el pasado mes de septiembre», podrán comenzar las obras en La Magdalena. «Ya tenemos la empresa y el proyecto, por lo que esperamos poder empezar lo antes posible», añade el párroco.
La obra podría durar unas semanas, aunque «no será necesario cerrar la iglesia». El presupuesto, de unos 45.000 euros, se ha recaudado por la propia iglesia, a través de las actividades que han puesto en marcha durante 2023 y 2024, cuando «se les comunicó que ya se podía intervenir», pues Raya aclara que «no cuentan con ayudas públicas y será subvencionado al completo por la parroquia».
Obra
Juan Raya detalla que el objetivo principal de la intervención es realizar el recalce de los cimientos de la torre (transferir la carga que soportan los cimientos originales a otros elementos que mantengan la estabilidad de la estructura), por lo que habrá que inyectar unas capas de resina con distintas densidades.
Con esta obra esperan dar solución al principal problema, el desplazamiento de la torre campanario y, a su vez, a los desperfectos que ha originado. «Hace unos ocho años, se produjo esta separación, unos dos centímetros, si bien tras una intervención, el objetivo es llegar a un arreglo completo», subraya el párroco.
Posibles causas
Las labores de seguimiento de las grietas aparecidas en las bóvedas de la nave situada junto a la torre se realizaron durante meses para encontrar la mejor solución técnica mejor en este templo, construido a principios del siglo XVI sobre una mezquita. Desde entonces, está acordonada la zona próxima a la torre ante la caída de pequeños pedazos para evitar posibles riesgos y así además tranquilizar a los feligreses, aunque ya por el año 2023 se descartó el riesgo de colapso.
Entre los trabajos realizados por el equipo técnico, además de la monitorización del movimiento de la torre del ángulo suroeste, también se hicieron catas y se comprobó la escasa cimentación de la actual edificación.
Así, tal y como público este periódico en octubre del año 2023, a torre se movía al principio, de forma casi imperceptible, un par de milímetros al año, y al hacerlo tira de la estructura de la nave y aparecen las grietas, visibles también en el exterior.
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