Las altas temperaturas amenazan con reducir la producción del olivar en Jaén
Desde COAG alertan que en muchas explotaciones ya se están viendo hojas abarquilladas y frutos arrugados
Jesús Jiménez
Jaén
Viernes, 8 de agosto 2025, 21:55
Las altas temperaturas que se están registrándose este verano en Jaén y Andalucía, con olas de calor donde se superan los 41 grados, están amenazando ... seriamente la campaña del olivar. Las temperaturas extremas sostenidas, por encima de los 38 °C durante varios días consecutivos, suponen un estrés térmico severo en el cultivo, especialmente en las explotaciones de secano, que no cuentan con riego de apoyo.
Así lo asevera la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) Andalucía, desde donde se explica que este estrés reduce la actividad fotosintética, que afecta al cuajado del fruto y provoca una caída prematura de las aceitunas que ya habían comenzado a desarrollarse. Además, el árbol entra en una fase de defensa fisiológica en la que prioriza su supervivencia antes que la producción, limitando el crecimiento vegetativo.
En los secanos, el impacto es doble: a la falta de agua se suma el calor extremo, lo que impide al árbol regular su temperatura mediante transpiración. La consecuencia es un menor número de frutos por árbol, con calibre reducido, baja carga productiva e incluso daños visibles en hoja y brotes.
Según asevera COAG, en muchas explotaciones, especialmente en las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla, se están viendo hojas abarquilladas y frutos arrugados. En este sentido, Francisco Elvira, responsable de olivar de COAG Andalucía afirma, que el olivar se enfrenta a su particular cuesta de agosto por la falta de lluvias y las altas temperaturas. «Si no 'otoñea' en septiembre, la cosecha será aún más baja de lo previsto».
Una mala noticia para una producción que ya se espera más baja de las previsiones iniciales. Elvira asevera que la vecería y la incidencia de plagas de prays y algodoncillo «ya provocaron una caída notable en la floración y un cuajado irregular, lo que afectó a la cantidad de frutos, pero no a la calidad, provocando así, tal y como ya dijimos desde COAG a primeros de julio, una reducción de la cosecha prevista del 30‑40%, o más, en zonas clave», asevera.
En definitiva, la campaña ya se presenta más reducida de lo previsto, con la esperanza de que en el próximo mes de septiembre llueva y se moderen las temperaturas, si no, además de tener menos aceitunas, el rendimiento graso también podría verse comprometido. Esto se debe a que en años de calor extremo, incluso los frutos que llegan a madurar, contienen menos porcentaje de aceite, lo que reduce el volumen total de producción de aceite de oliva, afectando de lleno a la rentabilidad del agricultor.
Y este año está siendo si duda de calor extremo, pues tal y como señala la Agencia Estatal de Meteorología, el mes de junio de 2025 fue el mes más cálido registrado en España, mientras que confirma otro dato importante: se contabilizan ya 90 olas de calor desde el año 2000, con una clara tendencia al alza en frecuencia y duración, haciendo más intensos y prolongados estos episodios en este verano, con temperaturas extremas de 43 grados en Córdoba, 42 en Sevilla y 41 en Jaén.
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