2.500 personas para cada enfermero de Jaén
Satse celebra varias concentraciones simultáneas en Jaén en las que pide mejores contratos y menos carga tras «dos años de sufrimiento»
Enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas se concentraron este jueves en los centros de salud de Jaén para denunciar «la grave situación de deterioro y precariedad» que ... sufre la Atención Primaria y exigir a la Consejería de Salud y Familias que no la abandone «a su suerte» y mejore la atención sanitaria y cuidados que recibe el conjunto de la ciudadanía.
Con pancartas en las que se podía leer 'Salvemos la Atención Primaria', los profesionales convocados por el Sindicato de Enfermería (Satse) mostraron su profundo malestar porque, «después de dos años de lucha contra la pandemia y haber escuchado muchos compromisos por parte de los responsables públicos y políticos, la situación que sufren a diario es de una crónica escasez de medios y recursos mientras la sobrecarga y tensión asistencial es cada vez mayor». Aseguran estar «exhaustos» tras dos años de «sufrimiento» y sentir «rabia e impotencia».
Coreando proclamas como «La Sanidad no es un gasto, sino una inversión en salud», «Sanidad pública, sí o sí» o «Exigimos respeto y dignidad laboral y profesional», exigieron soluciones a las administraciones y partidos políticos a los que, a su juicio, importa muy poco la atención y cuidados que se presta en los centros de salud.
«Muerte lenta»
«Nos encontramos en una situación crítica en los centros de salud, en los que una enfermera o enfermero tiene hasta 2.500 personas asignadas, mientras que en muchos no hay ni un fisioterapeuta. ¿Cómo quieren que así ofrezcamos una atención sanitaria y cuidados seguros y de calidad?», se preguntan desde Satse.
En el transcurso de las concentraciones se ha denunciado la cada vez mayor saturación que sufren los centros de salud de Jaén, el aumento de las esperas para ser atendido de manera presencial, el poco tiempo que disponen para atender y cuidar como se merece a cada persona o la supresión paulatina de programas de prevención y promoción de la salud, así como de hábitos de vida saludable.
Una sensación de desanimo y cansancio que se une a la de frustración y rabia por haber constatado que, una vez superado lo peor de la pandemia, gobiernos y partidos políticos mantienen su política de no priorizar la sanidad pública, por lo que no destinan los recursos y medios necesarios para reforzar y mejorar este nivel asistencial.
«Están condenando a la Atención Primaria a un progresivo deterioro que puede llevarle de manera irremediable a una muerte lenta, pero segura, salvo que la administración actúe con urgencia y contundencia para resolver esta situación», añaden.
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