Sexo, desenfreno y abuso: las confesiones de una ex azafata de Virgin Atlantic

Mandy Smith confiesa: "Mi maleta estaba más preparada para una reunión de tupper-sex que para viajar"

IDEAL.ES

Viernes, 17 de julio 2015, 11:29

La auxiliar de vuelo Mandy Smith de la aerolínea Virgin Atlantic ha decidido revelar cómo era su vida con el uniforme rojo y ... el pañuelo lila de la compañía.

Publicidad

El título del libro en el que Smith cuenta todas las anécdotas que vivió durante casi dos décadas, es 'Cobin Fever: The sizzling secrets of a Virgin air hostess'. En él, resalta que "con frecuencia, me tocaban el culo cuando pasaba a cerrar los compartimentos de las maletas".

La ex azafata confiesa que tenía un hombre esperándola en cada aeropuerto: "me gustaba pasarlo bien", y asegura que "no me faltaba compañía entre el Caribe y Sudáfrica". Incluso añade que "mi maleta estaba más preparada para una reunión de tupper-sex que para viajar".

Entre las numerosas historias que relata, destaca su favorita en la mansión de Richard Branson, dueño de la compañía: "Nunca he visto tanto champán junto. En mi vida. Richard se apañó para empaparnos a todos al abrir las botellas", y añade: "me mantuve en pie 24 horas gracias al vodka y el Red Bull".

En cuanto a las anécdotas durante el vuelo, descubre la del común sueño erótico que es mantener relaciones sexuales en un avión. Explica que "un hombre de negocios que viajaba en business se llevó a una chica joven al bar. Se tomaron unas copas y empezaron a intimar. Cinco minutos después, apareció su esposa. Estaba sentada en clase turista y casi mata al marido".

Publicidad

De todas las familias que componen Virgin Group, Virgin Atlantic es la aeroínea más lujosa de la compañía, por lo que no es de extrañar que Smith se encontrara a los actores David Hasselhoff o Patrick Swayze o incluso a la mujer de Kurt Cobain, Courtney Love. Entre todos ellos, recuerda especialmente un viaje de vuelta de Los Angeles en el que coincidió con la familia Osbourne y Robbie Williams."Era muy amigable, pero cuando la gente empezó a pedirle autógrafos se volvió un narcisista", lamenta. Y concluye "me pidió un pijama para dormir y no fue capaz de quitarse los vaqueros solo".

A sus 40 años, ahora la ex-azafata disfruta de la estabilidad de su matrimonio y de la maternidad con una niña de cuatro años.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad