El político mejor pagado
El primer ministro de Singapur gana millón y medio de euros al año, cuatro veces el sueldo de Obama. Así sí se puede vivir en la ciudad más cara del mundo
carlos benito
Viernes, 3 de abril 2015, 12:38
Los líderes del mundo no suelen estar mal pagados. Llegan a casa, después de un día entero de mucho gobernar, y no tienen que agobiarse ... con apuros de cartera y penurias domésticas. Pero también en ese grupo selecto hay clases: uno contempla las tablas salariales de los principales cargos electos del planeta y pronto distingue una élite, un grupo de cabeza en el que los presidentes y primeros ministros de estados poderosos se codean con esos señores que mandan en países pequeñitos de Asia. Por ejemplo, por encima de los 300.000 euros anuales están Fernando Chui, Barack Obama y Tony Abbott, de Macao, Estados Unidos (ese se lo sabían, ¿eh?) y Australia, en una estrecha horquilla en torno a los 370.000 euros. Más arriba aún, con clara ventaja, nos topamos con C.Y. Leung, jefe ejecutivo de Hong Kong, que rebasa con holgura el medio millón.
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Los que más cobran
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sueldos de los cargos electos
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La lista está encabezada, sin lugar a discusión, por el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, que cobra millón y medio de euros al año. Le sigue el jefe ejecutivo de Hong Kong, C.Y. Leung, con un salario de 525.000 euros.
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Dos casos más humildes. Los gobernantes de los dos países más poblados del mundo cobran mucho menos. Xi Jinping, presidente de China, tiene un sueldo anual de 20.000 euros. Narendra Modi, primer ministro indio, gana unos 28.000 euros.
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¿Y en España? Por cuarto ejercicio consecutivo, Rajoy cobrará este año 78.185 euros. Superan ampliamente esa cantidad Artur Mas (144.000), Rita Barberá (103.000 como alcaldesa) o Iñigo Urkullu (97.518).
Pero todo eso es calderilla si se compara con lo que gana el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, indiscutible número uno de este ránking. Su salario anda actualmente por el millón y medio de euros al año: cuatro veces el de Obama (o diecinueve veces los 78.185 euros de Mariano Rajoy), lo que no está nada mal para una ciudad-estado con una superficie similar a la de Trujillo, en Cáceres, o a la de Chinchilla de Monte-Aragón, en Albacete. Lo más curioso es que Lee Hsien Loong aceptó bajarse el sueldo un 36% hace tres años, después de que su partido obtuviese los peores resultados de su historia en las elecciones de 2011. Antes de eso, ingresaba más de dos millones y equivalía a seis obamas.
Al primer ministro de Singapur, de 63 años, nadie podrá echarle en cara su poca preparación. Lee Hsien Loong hijo de Lee Kuan Yew, el padre de la patria, que falleció este lunes se licenció en Matemáticas en la universidad británica de Cambridge y después saltó el charco hasta Estados Unidos, donde hizo un máster en Harvard y recibió formación militar en Fort Leavenworth. Es brigadier general del Ejército, parlamentario desde 1984 y miembro del gabinete desde 1987, y muchos consideran que su padre le dejó pavimentado el camino hacia el poder, un reproche que le da mucha rabia e incluso le ha empujado a presentar varias querellas. En su vida personal no han faltado los reveses: en los 90 se le diagnosticó un linfoma, hace unas semanas le han operado de un cáncer de próstata y su primera esposa falleció con solo 31 años.
Lee Hsien Loong es un firme partidario de ese refrán anglosajón que afirma que si pagas con cacahuetes, tendrás monos, así que defiende sin rubor su sueldo y el de sus ministros, que ronda el millón de euros. «Lo que queremos son salarios realistas y correctos argumentó hace cuatro meses en una entrevista con Beijing Satellite TV. Queremos talento, queremos gente moralmente honesta, queremos las personas correctas para cada puesto. El trabajo más importante debe hacerlo la persona más capaz y digna de confianza». Lo que cobran los miembros del gobierno se establece con una operación aritmética relativamente sencilla: es el 60% de la mediana de los mil sueldos más altos del sector privado. «¿Por qué no se usan los mil más bajos? Así, para ganar más, ayudarás a los más pobres», ha planteado el popular bloguero satírico Mr. Brown, uno de los muchos ciudadanos indignados con estas cifras.
Por las nubes
Con ingresos así se lleva mucho mejor lo de vivir en la ciudad más cara del mundo. Singapur ha vuelto a imponerse en el estudio sobre el coste de la vida que confecciona The Economist, con unos precios superiores en un 29% a los de Nueva York. Todos los que han vivido en la pequeña república asiática, que lo importa casi todo y está llena de extranjeros con alto poder adquisitivo, saben que ese primer puesto no es ninguna exageración: «Los precios en general están por las nubes. Comprar en el supermercado se hace complicado, ya que no siempre disponen de productos frescos y los que hay tienen un precio bastante elevado, entre un 30 y un 60% más caro de lo que se paga en España. Solo las frutas, la verdura y los arroces procedentes de países colindantes están más baratos. Un piso de cien metros cuadrados sale por unos 600.000 euros o más, dependiendo de la zona, y los alquileres de viviendas de ese tamaño van de 2.700 euros mensuales para arriba», repasa la bailaora Sonia Castro, que ha residido seis años en Singapur. ¿Y los sueldos están a la par? «Los de los expatriados sí. Si no, sería inviable. Para los locales es muy duro: ganan muy poco y viven al límite».
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Bien pensado, quizá Lee Hsien Loong no sea el político más envidiable del mundo en términos salariales, porque Singapur también tiene presidente: Tony Tan cobra un poquito menos, un millón de euros al año, después de que le diesen un machetazo del 51% en el famoso recorte de hace tres años. Pero el suyo es un puesto fundamentalmente ceremonial, más o menos libre de preocupaciones: lo que podríamos llamar un curro cómodo y bien pagado.
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