El fútbol profesional implica compras y ventas de los derechos sobre jugadores. Solo mediante el equilibrio entre las inversiones y los traspasos se puede garantizar ... la viabilidad económica de una sociedad deportiva. El Granada está subido a esa noria, pero desde que volvió a Primera ha adquirido a muchos futbolistas y obtenido poco beneficio de las marchas de otros. Foulquier (2,6 millones más variables) y Soldado (500.000 euros) son dos excepciones, ambas recientes, en una dinámica en la que la entidad priorizó el refuerzo más que el vaciado del escaparate. Esto iba a cambiar en estas fechas, pues los rojiblancos dedicaron unos diez millones a fortalecerse en el mercado invernal, pero iban a compensarlo con la operación de Darwin Machís al Charlotte norteamericano, que les iba a permitir recuperar la mitad. El pase saltó por los aires por los rigores de la MLS ante la posibilidad de que el venezolano pierda el juicio por la supuesta agresión que cometió en un bar de Churriana. Le podrían 'corta'. Esto es, despedir sin compensación. Los letrados se creyeron que serían capaces de solventar estos flecos. El jugador ha estado varios días en EEUU, a donde marchó tras estar con su selección. Ha llegado a hacer ejercicio en las instalaciones del conjunto de Carolina del Norte. Finalmente, ha tenido que regresar. Ya está en Granada. El lunes, en principio, se sumará al grupo de Robert Moreno.
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A Machís le queda un fino hilo de esperanza de marcharse aún. Pasa, inequívocamente, por alcanzar un acuerdo extrajudicial con las partes implicadas en el incidente en el establecimiento del área metropolitana. Si llega, aún podría cumplir su deseo, hasta que culmine el plazo de fichajes al otro lado del charco. Si no, tendrá que conformarse hasta junio, a un año de acabar su contrato.
Entre unas cosas u otras, el Granada lleva tiempo sin cerrar una gran transacción. Hay que retroceder hasta Rochina, quien volvió gratis este pasado verano. En 2017 salió hacia el Rubin Kazán, en una gestión pactada, supuestamente, en 8,5 millones, de la que algo se iba al Blackburn Rovers. El conjunto ruso jamás cumplió con los pagos completos y al final los rojiblancos recuperaron una cantidad algo menor tras pleitear por ello. Anteriormente, con Pina hubo muchos movimientos, pero pocas veces quedó claro qué iba a las arcas del club y qué al fondo vinculado a los Pozzo. Ahora, pese a los misterios que envuelven a la propiedad china, es distinto. Lo que entra, de momento es para la entidad en sí, pero en la balanza hay más contratos que finiquitos.
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