Tablas en un partido de entrenamiento entre miembros del primer equipo sin Bacca

Así, los encuentros se han reducido a dos de media hora cada uno y solamente enfrentando entre sí a los miembros del primer plantel (y los canteranos que han entrenado con Robert Moreno estas semanas). El que no estuvo fue Carlos Bacca. En uno de los equipos, vestido con la camiseta azul de entrenamiento, jugaban: Aarón, Quini, Domingos Duarte, Germán, Neva, Gonalons, Milla, Azeez, Soro, Molina y Luis Suárez. Un once competitivo, reconocible y en el que no había presencia del filial. Sí en el otro conjunto, que lucía la tercera equipación del curso anterior y alineaba a: Joao Costa, Foulquier, Pepe, Víctor Díaz, Adrián Marín, Isma Ruiz, Monchu, Eteki, Puertas, Antoñín y Machís.

Se vio la misma disposición en ambos conjuntos, sendos 4-3-3 muy marcados, con la idea de tener el balón y construir con él, pero sin hacer ascos al contragolpe. Milla ordenaba uno de los equipos, custodiado por Gonalons. En el otro Isma Ruiz dejó algunos destellos de calidad y de encontrarse cómodo en la posición que más controlaba como juvenil. Foulquier destapó uno de los conceptos que más ha trabajado Robert Moreno en sus otros equipos y que hace referencia a la salida del balón desde atrás. Un interior, en este caso Monchu, caía a banda y el lateral se metía por dentro para crear superioridad en el centro y que un futbolista de mejor pie como el balear asumiera el primer pase desde atrás.

No hubo demasiadas llegadas claras, más allá de un despeje en semifallo de Germán que atajó Aarón y un remate de cabeza de Azeez en el otro área que salió por encima del larguero. Ya cerca del final de ese primer partidillo llegaron los dos únicos tantos. Tras una buena jugada por la derecha del equipo que vestía equipación completa, Puertas encontró a Machís en el área pequeña para que el venezolano, muy activo frente a Quini, remachara la jugada. Al poco, un calco pero del equipo contrario por la banda de Soro acabó en Jorge Molina, que se quitó de encima a su par y la puso tensa para que Luis Suárez hiciera el 1-1.

No hubo tiempo para que los medios observaran más. Los dos equipos se reunieron en un corro, empezaron a calentar Álvaro Bravo y Torrente, los dos únicos que se encontraban en el banquillo y que entrarían en el segundo partidillo. José Molina, readaptador del club, estaba en otro campo colando unas picas y varias postas para ejercicios de recuperación, seguramente destinados a Carlos Bacca, que se quedó en el gimnasio y no pisó el césped en la primera media hora de sesión.