La sombra de Montoro es alargada
El Granada tendrá que compensar con juego colectivo la baja de su futbolista más clarividente ante el Extremadura
Miércoles, 23 de enero 2019, 01:28
1. No hay quien replique el fútbol de Montoro en la plantilla del Granada. Es probable que tampoco le puedan emular el resto de centrocampistas ... de Segunda. A sus 30 años, el valenciano se halla en un punto excelso de madurez deportiva, con calidad continuada y liderazgo, en armonía con la estructura que ha construido Diego Martínez a su alrededor. Su ausencia segura en el partido ante el Extremadura depara un escenario incierto, pues carece de sustituto natural.
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2. Su sombra se alarga cada vez que sale del campo y se notó en su única incomparecencia de la temporada. Es difícil encontrar a alguien capaz de asumir todas sus atribuciones. El vestuario cuenta con más pivotes, cada uno con sus virtudes, pero ni de lejos emerge alguien con la templanza, el desplazamiento de balón y últimamente la llegada de Montoro. Son muchas cosas en uno. Demasiada presión para el reemplazo.
3. El entrenador tendrá que mitigar con lo colectivo la baja de su futbolista más clarividente. Otro ocupará su lugar, pero será complicado que duplique sus funciones con exactitud. En especial, si el botón de muestra es el partido ante el Elche en el que, aparte de sus evidentes nociones creativas, destapó una llegada ante más propia de la escuela germana. Un Michael Ballack a la levantina.
4. Montoro sabrá hoy el alcance de su lesión muscular, una vez que se le hagan pruebas diagnósticas, pero otra circunstancia confirma que descansará el domingo: vio su décima amarilla, por lo que cumplirá ciclo. Ya ha igualado el número de amonestaciones del curso pasado. Por aquel entonces también había visto una roja directa. Sí ha superado con amplitud su cifra de goles. Consiguió dos tantos en el pasado ejercicio; en este ya lleva cinco, a sólo uno de igualar su mejor marca, que logró en el Recreativo de Huelva de la temporada 13-14.
5. En su celebración del partido 50 con la camiseta rojiblanca anotó el primer doblete de su carrera. Añade el registro de cuatro asistencias para sus compañeros y ocupa el tercer puesto en el ránking de recuperaciones de LaLiga 1|2|3, con 148. Le supera con una más Seoane, del Lugo, y con 158 Salva Sevilla, del Mallorca. Pero por encima de datos está la impronta. Con Montoro, el equipo adquiere el ritmo preciso. Calmado en situaciones de acoso del rival, si el contrario le deja pensar es capaz de articular pases largos que se posan en el perímetro ideal para los delanteros. Esta facilidad para patear hacia largas distancias sin déficit de precisión alimenta a los rápidos mediapuntas nazaríes o a Adrián Ramos, que ejerce de faro.
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6. Aunque ha superado diversas molestias físicas durante estos meses, Montoro sólo se tuvo que perder el encuentro ante el Numancia en Los Cármenes por la quinta amarilla. La escuadra empató a cero, aunque le anularon tres dianas por milimétricos fueras de juego. Nico Aguirre ocupó la interinidad en aquella matinal. Coraje, garra y alguna aparición episódica en el área del adversario salpicaron una labor correcta, aunque no tan consistente con el balón como la de su colega.
7. El argentino también hizo de temporero en Tenerife, con Montoro en el banco tras una mala semana por un grave asunto familiar. De hecho, entró por él en la segunda mitad con 0-1 para los rojiblancos en el marcador. En el último minuto llegó el empate chicharrero. Montoro estaba dentro.
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8. Por lo visto el lunes, la primera opción para rellenar el vacío en la próxima jornada tendría que ser el 'Bicho', pero Aguirre firmó una actuación irregular y esto puede alterar el plan siguiendo la lógica de Diego. Aunque sólo participó en el segundo tiempo, llegó al final boqueando, asfixiado. Verle al día siguiente en el entreno de recuperación descartó cualquier dolencia. La exigencia física del acto definitivo le agotó la mecha.
9. La consistencia de la pareja Montoro-San Emeterio ha impedido que el resto de mediocentros adquiera el ritmo de competición. Aguirre ha jugado muy poco y Alberto Martín aún menos, aunque en su corto tramo ante el Elche selló las grietas abiertas. El extremeño podría opositar así al espacio vacante.
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10. Aguirre no es un constructor nato. En Argentina solía actuar más suelto, aprovechando su duro disparo, ideal como uno de los volantes de ida y vuelta. Martín tampoco suele ejercer de arquitecto, sino que se maneja en el control sin circulaciones aparatosas. Uno de los dos será el elegido, porque José González, quien sí tiene ademanes de aprendiz de Montoro, tiene que madurar aún. Sólo queda uno con paralelismos, pero sin el alta. Es Fran Rico, el Montoro de los tiempos de Primera. Venido a menos por su seria lesión de rodilla, pero con la ilusión de volver algún día.
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