Manu Lama despeja un centro sobre el área de Luca Zidane en El Plantío. LOF

Burgos - Granada | La contracrónica

Lo simple funciona mejor

Pacheta vuelve a la línea de cuatro defensas con cuatro titulares que ya lo fueron en el Trofeo del Olivo y Rubén Alcaraz imprime firmeza en el trivote de la medular pese a su desatención en el gol del empate del Burgos

Lunes, 22 de septiembre 2025

Seguramente no fuese el Granada de Burgos uno de esos equipos que encandilen a Pacheta ni como entrenador ni como aficionado al fútbol, pero lo ... simple funciona a veces mejor en este deporte y a los rojiblancos les bastó para sumar en El Plantío, que no es poco para como está el percal. El técnico había avanzado varios cambios e introdujo como titulares a cuatro futbolistas que actuaron de inicio en el Trofeo del Olivo y se salvaron más o menos de la vergüenza que siguió al descanso allí, bajo un sistema 4-3-3 esta vez, pero con piezas polivalentes sobre el campo para modificarlo sobre la marcha si hiciera falta. No fue necesario, y ya es una base sobre la que construir.

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Luca Zidane volvió a sentar a Ander Astralaga bajo palos, Diego Hormigo se estrenó como lateral izquierdo al no recuperarse a tiempo como para ser de la partida Baïla Diallo, Rubén Alcaraz ejerció de dique en un centro del campo con tres hombres y Martin Hongla ingresó como interior, lejos de la zaga en esta ocasión, quizás a última hora por la gastroenteritis de Sergio Ruiz. El Granada mantuvo su vulgaridad pero al menos mantuvo el 0-0 al descanso e incluso se adelantó pasada la hora.

No quiso complicarse nada con el balón en los pies esta vez Luca, más dubitativo que nunca aun así cuando le requirieron que los usase. Incluso incurriría en una cesión ante un embolado incomprensible de Jorge Pascual para luego lucirse con un paradón, tras atrapar sin problemas los primeros envíos del Burgos. Trataba de mantenerse firme por el carril zurdo de la defensa Hormigo, blando en las porfías pero prudente al menos para no cometer penalti cuando Mateo Mejía le buscó sobre la línea de fondo pese a resbalarse; en ataque, con todo, apenas se asomó para armar un disparo dentro del área que más bien pareció un despeje, sin la fe que sí tuvo para ir al remate de cabeza en algún centro de Faye.

Si un futbolista del Granada se empeñó en mantener el empate al intermedio al menos ese fue Rubén Alcaraz, que había observado desde el banquillo las ingenuidades de sus compañeros en partidos anteriores. Ubicado entre Martin Hongla y Pedro Alemañ, estuvo muy preocupado por las coberturas a los centrales pero sin darle continuidad al juego. Cerca estuvo de montar un buen lío en una ocasión en la que se durmió, pero luego abortó varias acciones de peligro con algún que otro cogotazo mientras achicaba aguas como podía. Deambulaba a su lado con sus extravagancias habituales Hongla, sin tanta decisión ya para chutar desde la frontal y rozando la expulsión tras una pérdida nada más empezar la segunda parte.

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La amonestación de Hongla le dejó al límite en un contragolpe del Burgos y Pacheta lo sacó rápido para introducir a Luka Gagnidze, recuperado de su esguince en el tobillo derecho. Nada más salir 'sopló' a Mejía para que él solito se marchara fuera del campo en plena carrera mientras el georgiano le cerraba el paso. Más tarde, hasta le dejaría sentado con un amago con el cuerpo. Venido arriba, buscó un lanzamiento que no fue a portería sino a palos si fuera rugby justo antes del golazo de Álex Sola. El subidón llevó a Gagnidze a una osada ruleta que casi acaba en desgracia.

Ni seis minutos pudo disfrutar el Granada su primera ventaja en la temporada cuando un balón a la olla terminó cazándolo Grego pese a la marca de Alcaraz, el último de quien podía esperarse que cometiera semejante desatención pese a que fuese el recién ingresado Baïla Diallo quien rompiera el fuera de juego. Parapetados atrás de ahí al final, al menos Luca aguantó tranquilo.

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