Con la segunda vuelta llega el momento Emery

El Villarreal llega a Granada con una buena dinámica que conservar, pero lógicamente distraído por el partido que debe jugar ante la Juventus en Champions en apenas unos días. No obstante, el cuadro 'groguet' cuenta con Unai Emery como capitán del submarino, lo que a priori evitará sobresaltos en un último tramo de temporada, que el técnico sabe controlar bien. El objetivo no ha cambiado un ápice a pesar de la participación en Liga de Campeones de los castellonenses. Todos, desde el primero al último, son conocedores de que sostener la buena salud del club pasa por mantenerse en las seis plazas que dan acceso a Europa y no en pasar a cuartos de final en el camino a la 'Orejona'.

Eso, se da por descontado, sería un sueño y equipo hay para ello, pero lo primero es asegurar los puntos en Liga y estar en un bombo europeo el próximo mes de agosto. No valen las relajaciones ni distracciones en un periodo clave de la temporada. Emery ha sabido capear los meses de febrero, marzo y abril con maestría tanto en Sevilla como ahora en La Cerámica. Eso sí, al cuadro amarillo le sigue faltando el paso adelante en Copa, una competición que le es esquiva a pesar de la calidad de su plantilla en las eliminatorias.

Emery lleva meses jugando con el 4-4-2 en Villarreal, donde su 4-3-3 no cuajó. La llegada de atacantes tan dúctiles como Danjuma o Boulaye Dia han posibilitado que la doble punta adquiera matices distintos a las figuras que representaban Alcácer o Bacca. La lesión de Gerard Moreno abre la puerta a un mediapunta.

La dirección deportiva del Villarreal atajó bien el único problema que estaba desdibujando a aquel campeón de Europa League de hace menos de un año: la falta de luz en el centro del campo. El paso atrás de Parejo y la quebradiza salud de Coquelin habían dejado muy tocada la medular, por lo que nada mejor que iluminarla con el talento de Gio Lo Celso. El exbético no tenía protagonismo suficiente en el Tottenham y aceptó regresar a LaLiga como cedido. Llega un campeón de América.

Se encuentra el equipo de Unai Emery en una tesitura muy similar a la que analizábamos hace pocos días con la Real Sociedad. No ha sido el año de confirmación absoluta que muchos esperaban tras levantar su primer gran título al cielo de Gdansk, sin embargo la temporada sigue viva y el sobresaliente está al alcance si se dinamita un poco la 'Champions' y se consigue apear a Betis o Barça de los cuatro primeros puestos. Ni su irregularidad –es uno de los reyes del empate con nueve partidos acabados en tablas– le ha hecho despegarse de la zona europea.

Sin embargo, y con el reto de la Juventus por medio, despistarse dos o tres jornadas puede sumir al Villarreal en un bache del que no parece posible salir. Al igual que los 'txuriurdines' o sus vecinos, los leones de Bilbao, pertenecer a ese pelotón significa aspirar aún a todo, mantener esa esperanza, con el miedo a quedarse sin nada en mayo.

El Villarreal sí que ha cambiado bastantes nombres con respecto a la primera vuelta, sobre todo por las lesiones. Baluartes del equipo como Gerard Moreno o Chukwueze están más en la enfermería que sobre el campo, y aún así el primero es todavía el máximo goleador de los 'groguets' en Liga con ocho tantos. Eso preocupa y lo fía todo a la magia de Danjuma y el acierto de Dia.

En portería se ha asentado Rulli. Habrá que ver si es Mandi o Foyth (con Aurier en banda) el sustituto del sancionado Albiol. Lo Celso trabaja por encajar en el equipo, custodiado por un Capoue al alza y un Trigueros siempre fiable.