El rombo del Granada no inquieta a un Levante cómodo en defensa
Fran Escribá cambia su planteamiento ante los goles granotas, pero este no facilita la resurrección del equipo
El Granada acabó confuso en Los Cármenes. Tras unos últimos partidos con unos ricos registros goleadores, el duelo ante el Levante supuso un frenazo en ... seco a la progresión de los rojiblancos. Estos finalizaron sin demasiado colmillo en mitad de un esquema que no inquietó a los granotas, muy cómodos durante todo el encuentro.
Publicidad
Fran Escribá optó por repetir la fórmula de su éxito desde su desembarco en el primer equipo nazarí. Su 4-4-2 predilecto buscaba contener a los centrocampistas rivales y aprovechar los rotos de la zaga mediante Uzuni y Boyé, pero el plan mutó con el paso de los minutos. Los goles del Levante llevaron al técnico a instaurar un rombo ya utilizado en partidos anteriores. Primero con Tsitaishvili de enganche, después con Reinier, que sustituyó al georgiano. Ninguno de los dos brilló por detrás de los puntas, que tampoco recibieron buenos balones al espacio.
Gonzalo Villar y Manu Trigueros ocuparon el puesto de interior derecho, mientras que en el izquierdo se situaron Sáenz y Corbeanu. No estuvieron cómodos ante la presión de los jugadores levantinistas, que no sufrieron en demasía cuando el partido lo pedía. Aguantaron su renta y chafaron las ideas de Escribá, cuyo rombo no mejoró el partido.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión