Robert Moreno: «Es normal que la afición señale a quien cree responsable si no ganamos»

El empate no le dejó contento, aunque no escondió «la alegría por el punto en el último minuto después de sufrir tanto. «Queremos regalar victorias a la afición y a nosotros mismos; es para lo que estamos, para ganar partidos. La sensación es rara: estoy feliz y vi felices a los jugadores en el vestuario, ellos también sentían que era su mejor partido en Los Cármenes esta temporada y es una pena que eso no tenga el premio de la victoria. Me dejó contento cómo entraron los jugadores desde el banquillo, sabiendo lo que debían hacer», compartió Robert Moreno. «Un empate no es lo que queríamos, pero es un punto más para sumar y mantener la distancia con el último. Este es el camino, seguir trabajando de esta manera pero consiguiendo los tres puntos en los próximos partidos», remarcó.

Esta vez, el entrenador del Granada se mostró comprensivo con los cánticos que pidieron su marcha, muy notorios antes del empate. «Es lo normal, la gente quiere ganar partidos y el responsable soy yo. Me sabe mal, porque me gustaría hacerles felices a todos, es para lo que soy entrenador. Cuando no lo consigo, me deja un punto de tristeza. Seguiremos trabajando, soy resiliente. Me ha tocado enfrentarme a muchas situaciones adversas en mi vida y revertirlas me motiva, es un reto grande. Para tener grandes éxitos hay que tener grandes fracasos y en eso estamos», expresó Robert Moreno.

«Los aficionados tienen muchas ganas de que ganemos; estuvieron año y medio sin ver al equipo y es lo que desean. Nuestra responsabilidad y obligación es darles victorias; no les pido que entiendan lo que pasa en los partidos. Ven que el Getafe es el último y esperan una victoria; cuando no se produce, y estamos cerca de la zona de descenso, la reacción es señalar al que consideran responsable. Tengo que asumirlo y lo acepto, pero voy a trabajando, más si cabe», advirtió. «Confío mucho en este equipo, en el club y en todas las personas que estamos trabajando. Un análisis más profundo muestra que el equipo da pasitos adelante. Contra el Getafe tuvimos casi un 70% de posesión y generamos más ocasiones; me gustaría que la gente lo valorase. Entiendo que si no ganamos exista esta reacción, pero espero revertirla por 'Robert, quédate'. Estoy seguro de que les vamos a dar alegrías», siguió el entrenador.

Contra el Getafe, Robert Moreno echó en falta «un poco más de acierto de cara a portería» para vencer. «Ellos empezaron con línea de cuatro y al ver que les bombardeábamos con cambios de orientación y llegadas cambiaron a cinco con Nyom; es muy complejo atacar así porque ocupan toda la amplitud. La lectura, dentro de la pena de no ganar, es que el equipo hizo mucho para ello y se merece ser felicitado por su esfuerzo», sostuvo. «Arriesgamos con un extremo puro como Puertas por Quini; entendimos que Jorge Molina nos iba a dar más presencia que Montoro, más asociativo; metimos a Soro y dejamos a Suárez en banda para que entrase hacia dentro y subiese Escudero, acumulando gente en primera y segunda jugada; dejamos a Rochina por dentro con Milla… Espero que se valore el partido que se hizo porque es lo que nos permitirá seguir creciendo», insistió. Además, desveló que tenía preparada la entrada de Germán o Morente como arietes para el final.

Robert Moreno reivindicó el «crecimiento táctico» del equipo, por más que «tenga que ir acompañado de resultados». «No perder en tres jornadas consecutivas está bien, pero hay que sumar de tres en tres; es la realidad. Estoy contento con lo que veo en el día a día, aunque me gustaría que se transformase en victorias», admitió. Sí negó que el equipo tenga un problema específico en la estrategia defensiva, como en el gol del Getafe: «Teníamos una media de altura inferior a la del Getafe y ese aspecto físico hace que se pierdan duelos. Trabajamos en ello y lo intentamos, pero es el segundo gol que encajamos en estrategia y no creo que sea un drama».

Lamentó el error de Luis Suárez desde el punto de penalti y defendió al futbolista: «Sintió confianza y lo pidió a Milla. Su voluntad era marcar, pero todos nos equivocamos y no pasa nada. Si tiene otro, lo marcará. Es todo corazón y entrega cuando juega, en punta o en banda, se deja el alma». Él no vio el lanzamiento: «Es una tontería, pero no me gusta. Al no escuchar gritos tras el pitido, entendí que no había entrado».