El rey Midas del gol en rojiblanco en un Granada con los pies de barro

2. Esa aspiración personal tiene una repercusión colectiva. La efectividad de Uzuni, como ya pasó en el ascenso previo, es la mayor garantía para un equipo que, pese a ciertas fases de atasco, no tiene problemas para anotar. El Granada es el conjunto que más dianas lleva de Segunda división, con 24. Números de gigante en ataque aunque tenga pies de barro en defensa.

3. No es normal que un aspirante a subir, ya sea directamente o por la vía del 'play off', lleve 20 tantos en contra. Es otra rémora de los demás recién descendidos, que sí están alejados de las seis primeras plazas por ahora.

4. Hay un claro detonante en que afloren dudas en la retaguardia nazarí. Ocurrió en aquel encuentro intersemanal en Castellón. Fran Escribá perdió a Loïc Williams, quien actuaba como lateral zurdo para dar descanso a Brau. Su salida del campo coincidió con que el Granada encajara dos goles muy seguidos. Aunque los rojiblancos obtuvieron la victoria en el alargue, precisamente con una consecución de Uzuni como con el Eldense, la sensación de fragilidad ya había aflorado.

5. Esta impresión se volvió a percibir con el Levante en Los Cármenes, con un enemigo astuto. Fue la primera actuación de Oscar Naasei, que estuvo correcto, pero que fue testigo de cómo los granotas se ponían con una ventaja de 0-2 antes del descanso. Un despiste de Villar en un córner habilitó el chut de Kochorashvili para el 0-1. Un desajuste en el que contribuyó Ricard permitió el 0-2 de Pablo Martínez.

6. Sin Loïc, el Granada defiende algo más atrás, sin tanta capacidad de anticipación ni la agresividad del valenciano. Oscar muestra maneras, pero todavía es el becario de la retaguardia. La lesión posterior de Gonzalo Villar ha aumentado el agujero porque, sin el murciano, a los rojiblancos se les ha emborronado el patrón de juego, ese sostén que proporciona un centrocampista al que nunca le quema la pelota.

7. Si en La Romareda, más adelantado, Manu Trigueros apenas se enchufó a la cita, tampoco cuando se lesionó Sergio Ruiz, en Los Cármenes asomaron de manera más clara sus costuras. Nunca fue un dechado físico, pero últimamente se le ve a peor en cuanto a ritmo y su clarividencia no aparece. Quizás está abocado a un rol de lanzador en las segundas partes, pero las ausencias están forzando que aparezca de inicio.

8. En este contexto, irrupciones como la de Juanma Lendínez no solo aportan aire fresco, sino la demostración de que en la cantera hay opciones que compensan con ilusión y entrega cualquier atisbo de bisoñez que puedan mostrar. No sería extraño que el jienense se hiciera con un puesto ante la baja de Hongla en Gijón. Escribá, que fue conservador en Zaragoza y no apostó por Oscar, no solo se agarró al central en casa sino que dio vuelo a Juanma y confió en Rodelas, quien aparentemente ha adelantado a alternativas como Corbeanu o Reinier, quien salió más tarde que él.

9. Escribá no elude ningún debate, no pone paños calientes. Criticó la falta de reacción tras el primer gol del Eldense, un aturdimiento que costó el segundo, y sabe que el Granada tiene que seguir mejorando en aspectos clave. Mariño, tras un arranque fantástico, está encajando en situaciones en las que ha podido hacer más. Los laterales no están contundentes, especialmente Ricard, ni tampoco los centrales, entre el aprendizaje de Oscar y ciertas dudas de Rubio. Si la media es soluble y los extremos producen poco por fuera y dentro, el ataque queda aislado.

10. Uzuni al menos suele tocar la campana. Boyé, pese algún remate fallido, provocó un penalti y marcó. Puede dar más, pero no es poco. Otros sí se lo tienen que hacer mirar detenidamente. Con la heroica no alcanzará siempre y menos con los rivales que encaran.