Renovar a Diego Martínez, el gran objetivo deportivo

La plantilla se cerró con Adrián Marín y Domingos Quina, quienes están lejos del nivel de juego exigible de momento, a pesar de que el centrocampista portugués logró un gol en Huesca. Diego Martínez es cada vez más claro al respecto en sus intervenciones y se ciñe a su conversación de noviembre con los consejeros. Les advirtió de que habría problemas si no se fortalecía bien la plantilla y el tiempo le está dando la razón, ante lo complicado de abordar todos los frentes, el de Liga y el de la Europa League.

Pese a todo, el consejo de administración quiere garantizar al preparador que le puede armar un proyecto deportivo con garantías de crecimiento ante un verano complicado, en el que ya es segura la marcha de Rui Silva y será difícil la retención de algunos cedidos importantes, como son los casos de Kenedy o Yangel Herrera, este último con opción de compra de 20 millones de euros.

Será el momento de ver si se moviliza inversión y se logra retener el talento presente, pues es seguro que habrá amenazas por algunos de sus talentos, como puede ocurrir con Domingos Duarte, Carlos Neva, Darwin Machís o Luis Suárez.

A Diego Martínez le gusta que haya dinamismo, profesionalidad y una apuesta firme si se quiere elevar el listón del conjunto, aunque ya anunció que la decisión respecto a lo que hará el próximo curso la tomará a final de campaña. Influirán, seguramente, el rendimiento del equipo y los gestos que reciba desde el órgano de mando.

El director deportivo, Fran Sánchez, sigue adelante con su trabajo. Él empezó a mejorar la secretaría técnica con la llegada, entre otros, de Luis Casas, pero no se puede descartar que llegue algún otro integrante más a este departamento.

El nombramiento de Patricia Rodríguez debe aportar tranquilidad a aquellos aficionados que se mantenían inquietos por los planes de la propiedad. Queda claro que existe una idea de gestión que pasa por esta nueva persona de confianza y que a los máximos accionistas no parece pasarles por la cabeza la posibilidad de desprenderse de la entidad, a pesar de que haya fondo de inversión con tentativas. A partir de ahí, ahora sí empieza a cobrar forma la etapa de la empresa DDMC como referente absoluto, toda vez que hay una figura de su plena confianza.

Rodríguez tendrá que lidiar con otros dos asuntos en el ámbito de las infraestructuras. Por un lado, el del estadio, pendiente de encontrar el consenso municipal para que exista una concesión a largo plazo, requisito clave para emprender mejoras en Los Cármenes a años vista. Por otro, la ampliación de la ciudad deportiva del club, cuyo plan ha sufrido múltiples retrasos y variaciones. Su desarrollo sería otra medida de solidez por parte de DDMC, ante aquella promesa nunca cumplida que vertió el anterior presidente del Granada, John Jiang. Aglutinar a toda la cantera en la instalación rojiblanca, de la que ahora solo disfrutan con frecuencia el primer equipo masculino y su filial, es una de las claves de bóveda para el desarrollo del fútbol formativo.