Granada CF
La reducción de personal e incidencias con los abonos aumentan el malestarAficionados señalan las colas interminables en los accesos ante el Deportivo entre otras gestiones del club en entredicho
Son tiempos de ahorro en el Granada en todos los ámbitos y esto se acusa en algunas incidencias sufridas por los abonados en torno al ... partido del sábado. Los ánimos no se apaciguaron tras la impresión que se llevaron algunos de ellos en el torneo de presentación, en el cual el estadio presentó un aspecto especialmente sucio, tanto en los asientos como en algunos baños, además de mostrar un césped en mal estado, cuya situación apenas ha mejorado con respecto a ese encuentro. Así, se pudieron apreciar algunas calvas entre el verde, acusado en la banda de las áreas técnicas.
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Pero lo peor para los aficionados vino ante las largas colas tanto para recoger el carné o resolver incidencias en taquillas en los minutos previos al encuentro como para pasar al estadio. No son pocos los seguidores que subrayaron la reducción de personal en algunos de estos accesos con respecto a la temporada pasada, que retrasaron la circulación a muchos de ellos. Si es una situación coyuntural del estreno y se solucionará en próximas jornadas, se comprobará.
Juanan Mata, un farmacéutico de 49 años, que sigue al equipo desde su juventud, tuvo un percance con su carné, que le dio error en el torno, como si no estuviera pagado, pese a que el propio club se lo había enviado a casa y se lo había descargado digitalmente también. Al parecer, desde las oficinas le habían intentado llamar por teléfono al detectarse fallos similares, pero ante la falta de respuesta de Juanan, el problema quedó sin solventar. «Con todo el 'spam' que hay, no te fías. No se me mandó un correo o mensaje», explicó Mata a IDEAL. «Me enteré del problema en taquillas, pero repercutió en mí el error de lectura del código y tuve que pagar como si sacara una entrada, pese a que tenían todos mis datos», indicó. «Al final dejé una reclamación», comentó.
Mata iba con sus dos hijos al fútbol, «que se llevaron un mal rato». «Cuando ya se solucionó, era el descanso. Son situaciones que no gustan y así se cargan a la masa social», lamenta. «Esto le pasa a un aficionado menos acérrimo y abandona el barco. Hay que cuidar al abonado», lamentó.
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