A la derecha, Sophia Yang y Javier Aranguren. Pepe Marín
Opinión

La propiedad del Granada ha de dar la cara también

La plazoleta ·

Sería bueno que Sophia Yang o Javier Aranguren afrontaran preguntas pertinentes sin esperar a que se consume el curso

Rafael Lamelas

Granada

Jueves, 14 de marzo 2024, 20:29

Sophia Yang se prodiga poco ante los medios. Sus primeras palabras, en inglés, fueron en la rueda de prensa de presentación de Alfredo García Amado ... y Nico Rodríguez en 2022, en calidad de consejera del Granada, en la que pidió perdón por los errores cometidos durante la temporada del anterior descenso y en la que se aventuraba que sería la sustituta en la presidencia de Rentao Yi, aquel dirigente 'fantasma', que jamás dio la cara en la ciudad. Como principal mandataria, atendió a IDEAL en diciembre del 22, en un discurso con miras al futuro. Ya en este curso, comandó la puesta de largo de Matteo Tognozzi, dio una entrevista a As y ha tenido alguna intervención corta en previas televisivas debido a que el operador demanda que haya dirigentes.

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Javier Aranguren, adjunto a la presidencia, su sombra casi siempre, asiste a actos de la entidad, pero solo mantiene conversaciones informales con los periodistas. Sí habló en aquel documental apadrinado por el club, 'Salida por las estrellas', que se presentó en octubre como resumen del ascenso. No es tanto una persona de saber futbolístico como de leyes (respalda al equipo jurídico que defiende los intereses rojiblancos en el caso Líbero) y de números, con ese mensaje de sostenibilidad que suena bien en lo empresarial pero regular cuando los resultados deportivos no acompañan.

Ambos representan los intereses de una propiedad que se ramifica entre varias empresas (la principal, Daxian) para ir elevándose hasta llegar a la corporación DDMC. El entramado siempre genera especulaciones al no saberse cómo se gobierna desde la matriz hacia la SAD.

Con los chinos ya hubo dos descalabros a Segunda y no dejaron el barco a la deriva. El proyecto se rearmó en dos campañas en el regreso a la élite en 2019 y en una sola en 2023. El problema vino cuando tras la última alegría hubo ecos de venta. Quizás la parte interesada trasladara excesivo optimismo con la operación o puede que tener un proceso judicial abierto fuera el gran obstáculo, pero el caso es que todo quedó marcado desde entonces y la mala racha agravó la impresión de desapego, pese a la llegada de un nuevo director deportivo y muchos fichajes.

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Yang, en IDEAL, dijo que «por responsabilidad» se escucha a quien muestre interés por el Granada, pero que esto no implica una actitud activa por su parte. Estaría bien que aclarara si todos los vinculados a la propiedad piensan igual que ella. Hay preguntas pertinentes que como poco darían algo de confianza al aficionado en medio de la depresión reinante que conviene que se respondan pronto y no esperar a que el curso se consume. Cuanta más transparencia, mayor tranquilidad. Una ayuda en la transición hacia lo venga, siempre que sea ilusionante para el seguidor.

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