Matteo Tognozzi charla con un periodista. P. M.
Opinión Granada CF

La era Tognozzi

La plazoleta ·

Ahora, aun con la dificultades inherentes al día a día del Granada, en una Segunda división donde ya pescan la mitad de los conjuntos de Primera, el italiano sí se la juega, no en invierno

Rafael Lamelas

Granada

Domingo, 7 de julio 2024, 21:49

Todo se ha vuelto tan efímero en fútbol que hasta los directores deportivos caen en desgracia en un tiempo poco razonable. Nos hemos habituado a ... que un entrenador se oblige al resultado inmediato sin importar su método, pero no es de recibo que también se juzgue con urgencia la labor de quien no solo tiene que confeccionar una plantilla, sino establecer la política a seguir por la entidad con mirada larga.

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Matteo Tognozzi llegó a un Granada en marcha, con una inercia negativa. Las medidas que activó para revertir la tendencia no surtieron efecto. No es fácil encontrar técnicos revulsivo y resulta quimérico remodelar un grupo en un acotado mercado invernal, sin el margen negociador ni las opciones del verano, con la prisa de ganar en medio de un ambiente depresivo.

Hay quien juzgará con severidad su labor, si bien quedó condicionada porque no fue quien propugnó como primeras opciones las llegadas de Medina –aunque pareciera esto– y mucho menos la de Sandoval. Sus fichajes en enero tuvieron luces y sombras, pero el club tampoco agotó recursos y no parece sencillo despertar atractivo para futbolistas cuando el equipo estaba anclado en el descenso.

Ahora, aun con la dificultades inherentes al día a día del Granada, en una Segunda división donde ya pescan la mitad de los conjuntos de Primera, Tognozzi sí se la juega. Sus primeros movimientos llevan un sello claro. El principal, el del preparador Guillermo Abascal, apuesta arriesgada, pero su apuesta al fin y al cabo. Pablo Insua y Luca Zidane, además de experimentados en la categoría, son perfiles que casan con una idea de juego asociativa que parece asomar con el técnico sevillano y que aprueba su jefe. Nunca fue fácil el Granada, la silla eléctrica que solo supo desconectar Diego Martínez, pero si al menos hay cierta homogeneidad en las decisiones, el objetivo no quedará tan disperso. Ahora sí se podrá evaluar al ex de la Juve. De su acierto dependerá que haya ilusión y no angustia en Los Cármenes.

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