Alfredo García Amado, a su llegada con Nico Rodríguez. Pepe Marín
Opinión Granada CF

La caída en desgracia de Nico Rodríguez

El gijonés, con aciertos y errores, es otro chivo expiatorio más de un sistema confuso en el club respecto a su jerarquía

Rafael Lamelas

Granada

Sábado, 28 de octubre 2023, 23:31

Como nadie en el Granada ha dado la cara aún, tenemos que intuir que a Nico Rodríguez le barre su gestión del mercado estival, pero ... sospecho de algún trasfondo. Esos choques de egos que se suelen llevar a la parte más débil por delante porque siempre quedan personas impermeables ante el fracaso, que nunca tienen culpa de nada aunque cuenten con mando en plaza. Al final, mucha comisión deportiva pero, de momento, solo un eyectado.

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Hay quien califica de nefasta la planificación, pero si muchos también piensan que con uno o dos centrales y un pivote defensivo se habría compensado, más que horrenda habrá sido insuficiente, porque en este club hemos visto de todo, con fichajes en lote en enero. Y un detalle importante; no es lo mismo ir a comprar gol en Navidad –que ya hay en plantilla– que a quienes los eviten. No tienen el mismo precio. Ya no sabremos qué habría hecho el gijonés al respecto.

Nico Rodríguez, como todos los que salieron uno tras otro en el documental del ascenso –qué mal ha envejecido–, ha de tener su mérito en que el Granada quedara campeón. También su culpa en que ciertas apuestas se convirtieran en lastres, aunque en cada caso habría que esclarecer el grado de responsabilidad. Tampoco pudo cerrar asuntos que tenía avanzados –corroborado desde fuera del club– porque todo es farragoso en este Granada, entre las escuchas a posibles compradores, la lentitud en el análisis y las aportaciones variopintas, a la luz y a la sombra.

Con esta coyuntura, que veremos si se corrige con Matteo Tognozzi, la falta de sumisión penaliza y los profesionales suelen chocar con sus superiores. Tanto García Amado como Rodríguez defendieron la política de empresa cuando atendieron tras el cierre estival, pero algo se había roto ya. La dirección, que a veces parece tan alejada de la masa social, parece sucumbir a los vaivenes de un entorno que exigía una cabeza. Rodríguez ha sido el chivo expiatorio, pero la propiedad quizás no ha reparado en que se acaba de quitar un escudo. La afición, aunque haya debates, ha arropado a Paco López hasta ahora y mirará al palco como la cosa se ponga cruda.

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Nico cayó en desgracia, ya no está; suerte a Matteo, me parece valiente. Deja la seguridad en la Juve para arriesgarse con un equipo que va penúltimo. Ojalá sea un genio y le dejen trabajar.

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