La racha debe continuar fuera de casa

El Granada no ha perdido aún lejos de Los Cármenes en lo que va de temporada, y de hecho el último partido oficial fuera en el que cayó derrotado fue la clausura de la campaña pasada, cuando encajó hasta siete goles en Girona. A esas seis salidas sin derrotas se aferra Fran Escribá para enmendar la que supuso su primera derrota al frente del equipo. Los rojiblancos estrenaron su casillero de triunfos en Ferrol aún con Guille Abascal y tampoco perdieron con él en Elche, tablas emuladas tras el cambio de entrenador en Burgos antes de la reconquista de Anduva a la que siguió la de Castalia sobre la bocina además del trámite con el Cortes. El Zaragoza presenta ahora una nueva prueba de fuego, preámbulo de las visitas a Sporting, Almería, Oviedo y Eibar antes de Navidad.

Fran Escribá sabe bien lo que se cuece en Zaragoza, al medirse de hecho al entrenador que allí le sustituyó: Víctor Fernández. Los maños sueñan con la vuelta a Primera división cada temporada, y así llevan ya una década, cargada de una irregularidad futbolística que ni el temple del ahora técnico del Granada pudo orientar. Los anfitriones perdieron sus tres últimos partidos en casa, con Castellón, Almería y Racing de Santander, pero también fueron capaces de ganar precisamente al Levante e incluso de golear al Elche antes. Llevan, de hecho, una victoria más que los visitantes aunque tres empates menos que lamentaron con derrotas hasta las cinco que acumulan. Aunque los dos equipos suman los mismos puntos, es el Zaragoza el que supera al Granada en la clasificación por dos posiciones como cuarto también dentro del 'play off'.

Con este paso por La Romareda, el Granada clausurará un primer tramo de compresión del calendario con cinco partidos en quince días, es decir, uno cada tres. La velocidad de crucero que los rojiblancos parecía haber ganado con Fran Escribá por las cuatro victorias consecutivas ante Mirandés, Córdoba, Tenerife y Castellón proyectaron al equipo hasta dormir en ascenso directo por una noche incluso de forma momentánea, pero la tendencia triunfal terminó cortándose con el Levante.

Esta acumulación de partidos y el inevitable reparto de minutos con las rotaciones entre estos permite a Fran Escribá extraer ciertas conclusiones sobre una plantilla en cuya confección no participó aunque crea en ella, o eso defendió para sostener que, si no, nunca habría firmado. Las lesiones de Loïc Williams y Carlos Neva le complicaron los esquemas, pero tampoco ciertos futbolistas terminaron de ofrecer alternativas sólidas cuando se les dio la oportunidad. Ni en la Copa, sobre el malogrado césped de Tudela, ni antes.

Fran Escribá podría insistir en La Romareda por el rombo que estrenó en Castalia y recuperó con el Levante tras verse por debajo en el marcador; o eso es, al menos, lo que sugiere sobre todo el hecho de que Reinier no tuviera un solo minuto con el Cortes. Sí es segura la vuelta de Martin Hongla y Gonzalo Villar a la medular, y también parece probable la continuidad de Pablo Sáenz de inicio en Liga al desmarcarse como el extremo en mejor forma de la plantilla en este momento. Arriba, no hay debate con Myrto Uzuni y Lucas Boyé.