La presión y la amplitud, los pilares de Diego Martínez en su estreno rojiblanco
El equipo deja ver rasgos del estilo del entrenador, con un equipo que intentó robar en campo contrario y que dio importancia a las bandas
FRAN RODRÍGUEZ
GRANADA
Sábado, 21 de julio 2018, 00:56
El Granada disputó sobre el verde de Marbella lo trabajado en la ciudad deportiva del club nazarí. Aunque el nuevo proyecto tiene apenas dos semanas ... de vida, ya se pueden intuir las bases sobre las que Diego Martínez trabajará un sinfín de situaciones y aspectos del juego.
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El Granada jugó las dos partes con el mismo dibujo, un 4-4-2 muy definido. Dos son las claves para entender la nueva disposición del cuadro rojiblanco. La amplitud del campo, dando gran importancia a los jugadores de banda, y lo compacto del bloque en tareas defensivas. Y es que sin balón las líneas se juntaban y el equipo acudía a la recuperación en conjunto, moviéndose los diez jugadores de campo como un todo. La presión, innegociable en el librillo de Martínez, empezaba siempre por los puntas, agresivos desde el primer tiempo.
Juancho y Adrián Ramos apretaron para incomodar a los centrales marbellíes. Así llegó el primer gol, tras recuperación de Ramos en la frontal del área. Rodri y Joselu sufrieron más en la segunda parte para recuperar arriba por la seriedad de los centrales Pavón y Marcos. Si los puntas eran superados, la línea de cuatro centrocampistas se adelantaba y atosigaba al poseedor del esférico. Pocas grietas mostró la pareja conformada por Aguirre y Alberto Martín, muy firme en el repliegue y solvente con el balón en fase de creación. Alguna grieta más en el tándem formado por José Antonio y Montoro, que terminó el encuentro tocado tras un choque.
En los flancos sí se observaron diferencias entre uno y otro tiempo. Con Vico y Puertas, el Granada tenía a dos mediapuntas en los extremos. Adri Castellano y Quini se sumaron al ataque, aprovechando la tendencia de Vico y Puertas a trazar la diagonal hacia el interior. Ya fueran los zagueros o los medios, siempre había un jugador nazarí muy abierto, sobre la cal, en disposición de recibir y centrar con presteza. Por su parte, Vadillo y Jean Carlos jugaron menos por dentro y, aunque estiraron al conjunto, no generaron demasiado más allá del desborde y la acción individual. Gran importancia tiene también la pizarra en el nuevo Granada, sobre todo en defensa. El equipo defendió con contundencia todas las jugadas a balón parado y no sufrió en los envíos colgados por el Marbella.
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