Una plantilla rojiblanca extenuada y en riesgo

Hay seis integrantes del grupo que ya superan los 1.000 minutos disputados, cuando todavía no se ha completado ni un tercio de la competición. Por ponerlo en contexto, el futbolista de campo que más tiempo jugó la temporada pasada, Domingos Duarte, alcanzó los 3.089 minutos. Víctor Díaz, el segundo, se quedó en 2.891. Antonio Puertas, el tercero, en 2.561. Todo en un curso anterior en el que los rojiblancos llegaron a semifinales de la Copa del Rey, aunque fuera a partido único hasta el cruce en el que cayeron. Ahora, con el arrastre de las previas y la propia Europa League, la bolsa se sobredimensiona. Y la Copa arranca en la segunda quincena de este mes de diciembre para añadir un tercer torneo más en el que competir.

Como es lógico, Rui Silva encabeza los registros globales, con 1.440 (en el ejercicio anterior también fue el de más presencia total, con 3.150 minutos), algo común con los porteros, pero le pisa los talones Darwin Machís, con 1.403. El explosivo extremo venezolano tiene una doble exigencia: la del club, con 1.072 minutos; y la que suma por ser un habitual en su selección, con 331.

El tercer rojiblanco al borde del agotamiento, con 1.350, es Carlos Neva, lateral izquierdo que ha estado presente en casi todos los duelos. Sólo se quedó en el banquillo en el Wanda Metropolitano (derrota por 6-1), reservado a pocos días de la 'final' de Malmö para acceder a la fase de grupos de la UEL; y en el Reale Arena, afectado por la cuarentena forzosa de LaLiga pese a que es de los que ha dado negativo en Covid-19 hasta la fecha. La falta de un sustituto natural, pues Quini no volvió a jugar hasta el pasado domingo, ha ocasionado que Neva encadene participaciones. En aquella goleada con el Atlético de Madrid, su reemplazo fue Foulquier, que tiene cierta experiencia a pie cambiado pero no es su mejor perfil.

El cuarto de este cómputo es Yangel Herrera. Como le ocurre a Machís, carga en la mochila con la energía gastada con la camiseta rojiblanca y la de la 'Vinotinto'. 1.063 minutos entre Liga y Europa, 270 con Venezuela. Si cabe, uno de los que más necesita la exuberancia física para rendir al máximo nivel.

El quinto es un central, Germán Sánchez. El gaditano, de 33 años, eleva su marca a los 1.183. Fue suplente con el Alavés y el Atlético, aunque actuó en el epílogo de ambos encuentros. Sí tuvo reposo el pasado jueves con el Omonia. El sexteto lo cierra Luis Milla, el único de los fichajes de esta campaña que se cuela en el grupo de 'fondistas': 1.077 minutos. Como todos ellos, también de la partida en Balaídos, en la derrota más cercana.

Muy cerca de rebasar la frontera del millar están cuatro casos más. Domingos Duarte lleva 900 con el Granada más un encuentro completo con Portugal. Vallejo (982), Puertas (928) y Gonalons (919) se aproximan a ello, teniendo en cuenta que el almeriense ha estado renqueante tras sufrir el coronavirus.

Todos estos son detalles que hablan por sí solos acerca del ejercicio de resistencia de los nazaríes. El Granada se ha habituado en los últimos años a dejar alguna licencia libre del primer equipo ante cualquier eventualidad que le obligue a fichar en el mercado de invierno, pero este hecho también afecta a la disponibilidad actual de futbolistas. En Liga, el Granada tiene inscritos, dentro del cupo de 25 posibles, a 23 jugadores, a los que hay que añadir a Soro, al que se le dio un dorsal del filial. El tercer portero que siempre completa las listas sale del Recreativo). En la Europa League, donde los requisitos son más complejos por el cupo de canteranos 'reales' precisos para ampliar el listado, los rojiblancos se han tenido que conformar con meter solo a 21 jugadores, Soro incluido, aportando una lista B con varios chavales del joven plantel de David Tenorio, de los que solo ha tenido que emplearse Pepe. En la UEFA no están tres 'mayores'; son Quini, Azeez y Fede Vico. Los dos primeros han estado lesionados prácticamente todos estos últimos meses, aunque el lateral ya está recuperado. Vico, por su parte, se 'rompió' la semana pasada.

Los percances también han pasado factura para complicar las composiciones de Diego Martínez. Víctor Díaz, un 'ironman' en la pasada temporada, ha sufrido problemas de rodilla. Montoro sí pasó por calvarios, pero ahora ha caído por una fractura en un dedo del pie, no por nada muscular. Las roturas fibrilares sí han afectado a otros. Kenedy, obligado a forzar en San Sebastián, sufrió un desgarro y sigue sin el alta médica.

Con todo esto tiene que gestionar el entrenador del Granada. Alinear bajo consideraciones tácticas específicas de cada encuentro, pero sin dejar de mirar estos parámetros si no quiere engordar el parte de bajas. De la misma manera, seguir activando a quienes están aún en un proceso de adaptación, como Soro, Nehuén o Luis Suárez, al igual que incluir cuanto antes a Eteki en las rotaciones del centro del campo.

Poner un ojo en lo que pueda surgir del filial tampoco es mala alternativa, ahora sobre todo que hay una cuota elevada de sub-23, los que pueden subir y bajar, aunque todo dependerá del propio criterio del preparador gallego si los ve aptos .

Ganas e ilusión no faltan en el vestuario, como destaca Diego Martínez, pero la gasolina está bajo mínimos. A todos les toca dar el do de pecho mañana, sin olvidarse del Huesca, que está a la vuelta de la esquina.