Njegos Petrovic controla un balón en el entrenamiento de ayer. ALFREDO AGUILAR
Granada CF

Petrovic asume el eje en la medular

Pivote ·

El serbio convence a Rubén Torrecilla y suple a Gonalons durante su lesión con buen rendimiento bajo un rol que permite que Luis Milla se despliegue como interior al igual que Álex Collado y llegue más al área

Jueves, 31 de marzo 2022, 00:12

'Box to box' fue la etiqueta que Njegos Petrovic usó en su presentación como nuevo futbolista del Granada para presentarse ante su nueva afición, ... que lo desconocía todo sobre él. Es como suelen catalogarse aquellos centrocampistas tan convencidos de su físico que son capaces de ir de un área a otra durante todo el partido, tal y como se hace en la Premier League de la que procede el término inglés. El serbio, sin embargo, llevaba dos meses sin competir con el Estrella Roja y llegaba a un tren en marcha. Le costó cuatro partidos hacerse con la titularidad y ahora no está dispuesto a volver entre los suplentes. Aunque él se considerase un 'box to box', Rubén Torrecilla ve en Njegos Petrovic a un eje sobre el que sostener a su equipo. Precisamente, en la posición que el entrenador solía desempeñar como jugador.

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Desde que llegó al Granada, ha tenido minutos en todos los partidos posibles. Aunque Robert Moreno advirtió que por su desconocimiento de LaLiga y juventud –22 años– necesitaría un periodo de adaptación, le dio veinte minutos en el Santiago Bernabéu y media hora en el Reale Arena. Permanecía a la sombra de la asentada pareja que formaron Maxime Gonalons y Luis Milla, pero la lesión del francés a los diez minutos contra el Villarreal planteó un dilema a Robert Moreno, disconforme con los primeros minutos de su equipo. Mandó calentar a Petrovic, pero introdujo a Uzuni y varió el sistema. El resultado final (1-4) no avaló su decisión.

Aquella mañana no jugó más que el último cuarto de hora, igual que nueve días después contra el Cádiz, cuando Robert Moreno prefirió apostar de inicio por el canterano Isma Ruiz. No fue hasta su último partido cuando el catalán optó por darle la titularidad, con motivo de la visita a Mestalla. Ya entonces ocupó la posición de pivote, a modo de 'hombre escoba', tras Luis Milla y Ángel Montoro como interiores. A pesar de la nueva derrota del equipo que costó el cese al entrenador, Njegos Petrovic destacó como un futbolista poderoso en la medular, atento al quite y con una distribución aseada de la pelota. Jugó todo el partido.

Rubén Torrecilla no le ha sentado desde entonces, titular ante Elche y Alavés aunque reemplazado en ambas ocasiones en los últimos minutos tras verse amonestado. Una de las claves de la idea futbolística del extremeño, además de los tres centrales y los carrileros, está en el centro del campo: ahí ha optado por insistir en Njegos Petrovic como pivote para, a sus lados, proyectar tanto a Luis Milla como a Álex Collado a modo de interiores con capacidad para abarcar mucho campo y llegar al área desde la intervención en el juego asociativo del equipo desde atrás.

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La confianza de Torrecilla en Petrovic para ocupar un rol tan importante, a modo de vértice entre la zaga de tres hombres y el resto del equipo volcado en ataque cuando se tiene el balón, está sustentada en su propio conocimiento. El entrenador del Granada ocupó esa demarcación como futbolista durante gran parte de su carrera, hasta retirarse de rojiblanco en 2010 por una grave lesión de rodilla.

Virtudes físicas

Firmar a un centrocampista con perfil físico el mercado de fichajes de invierno fue la primera tarea que la dirección deportiva del club apuntó en su libreta en las primeras semanas de competición. El equipo acusaba la falta de piernas en los últimos minutos de los partidos, en los que dejó ir bastantes puntos en el tramo inicial de la temporada. Aunque todo había cambiado, desde el entrenador, se extrañaba una figura similar a la de Yangel Herrera. El venezolano encarnó en el equipo que dirigía Diego Martínez ese mismo 'box to box' con el que Njegos Petrovic se siente identificado. Ya fuese con más responsabilidad defensiva u ofensiva, su capacidad física la permitía abarcar mucho campo y además llegar siempre con peligro al área sin descuidar la protección de la defensa.

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Monchu no funciona

La segunda cesión de Yangel Herrera en el Granada expiró, sin continuidad en esta ocasión, y el club puso sus ojos en Monchu Rodríguez. No llegó ningún otro centrocampista al equipo el verano pasado al promocionar definitivamente Isma Ruiz. La incorporación del balear encajaba con la nueva deriva que parecía adoptarse con Robert Moreno en el banquillo y Pep Boada en los despachos, ambos con ADN culé. Sin embargo, nada de esto terminó de cuajar en ningún momento. De hecho, con Rubén Torrecilla se ha terminado por volver en cierta forma a los orígenes pese a su gusto por el juego de toque.

Monchu se marchó cedido al Valladolid al filo de la medianoche de la última jornada del mercado invernal, ya en febrero. El pasado fin de semana marcó su primera diana, un golazo en Alcorcón. Tampoco allí está gozando de la continuidad que anhelaba, aunque seguirá vistiendo de morado si asciende. Días antes de su marcha se enroló en el equipo Njegos Petrovic, con el visto bueno de Robert Moreno. Aun así, no fue con este sino ahora con Rubén Torrecilla con el que ha terminado de acoplarse.

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Bromista pese a los prejuicios que se puedan tener sobre el carácter serbio, ha encajado muy bien en la plantilla por su buen talante y predisposición. Njegos Petrovic se ha ganado el sitio, aunque queda por ver qué ocurrirá cuando Gonalons se recupere. De momento, el serbio consigue que otros jueguen más a gusto.

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