Loïc Williams se esfuerza durante un entrenamiento. Granada CF | Pepe Villoslada
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«Lo mejor de Loïc Williams es que gana duelos en las dos áreas»

Asier Garitano vio «enseguida» el potencial del nuevo central rojiblanco en el Tenerife y Manolo Sanlúcar, que le tuvo antes en el Atlético Paso, le anima a «creer aún más en sus posibilidades»

Martes, 20 de agosto 2024, 20:01

Echar un vistazo al corpachón de Loïc Williams (Valencia, 2002) basta para comprobar que ahí puede haber un futbolista de primer nivel a poco que ... le acompañe lo técnico, entre otras facetas más allá del mero juego en sí. Puro acero en sus 188 centímetros, el nuevo central del Granada impresionó tanto a Aitor Garitano un año atrás que le pidió para la primera plantilla del Tenerife pese a que solo estaba haciendo el apaño en pretemporada tras firmar para el filial. «No le conocía, pero enseguida vi que tenía un gran potencial», rememora, convencido ahora de que su antiguo pupilo «podría estar jugando ya en Primera división». Por lo pronto tendrá que ganarse ese ascenso de rojiblanco.

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«La idea no era que se quedara», confirma Asier Garitano al recordar sus primeras impresiones sobre Loïc Williams hace un año. «Nos demostró mucha personalidad y contundencia entrenando y, por cómo siguió el mercado, preferí que siguiera con nosotros ya que, con tranquilidad y espacio, y sabiendo que el equipo estaba ya hecho, podía ir entrando poco a poco en él. Sin embargo, fuimos teniendo varios lesionados en su posición y su comportamiento fue tan bueno que terminó jugando mucho», explica el exentrenador del Tenerife, ahora desempleado tras verse reemplazado por el granadino Óscar Cano.

«Lo mejor y lo más importante de Loïc es que gana duelos en las dos áreas», resalta Asier Garitano. «Tampoco tiene mal pie izquierdo, pero no se complica con el balón y eso da mucho en Segunda», añade. «Tenía muchas virtudes, con todas las condiciones necesarias, y corregimos algunos defectos... ninguno que no se pudiera paliar con partidos. A chicos como él lo que siempre les falta es que alguien se atreva a ponerlos por su inexperiencia», señala Garitano, al recordar que pasó sin éxitos por canteras como las de Girona, Valencia o Levante.

La primera gran oportunidad

Y quien se atrevió a ponerlo en el Atlético Paso de Segunda RFEF, de donde le captó el Tenerife, fue Manolo 'Sanlúcar'. El entrenador tomó las riendas del equipo en enero y se encontró con «un diamante en bruto que sin embargo era secundario». «Loïc no jugaba mucho cuando yo llegué y hasta dudaba de su potencial, sin confianza, pero le di un papel importante como central por la izquierda en una zaga de tres hombres y lo asumió a las mil maravillas», recrea. «Es un ganador de duelos nato por su potencia, con buena envergadura y muy buen juego aéreo, y además está siempre atento a las ayudas a sus compañeros. También es correcto técnicamente, con buena salida en corto y en largo incluso, aunque por su juventud ha de mejorar aún en la toma de decisiones», especifica.

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Aunque Manolo Sanlúcar celebra su progreso, sigue convencido de que Loïc Williams tiene que «creer aún más en sus posibilidades». «Acaba de aparecer en el mundo profesional y creo que aún está descubriéndose a sí mismo. En cuanto la competición le haga madurar, será un futbolista de primer nivel», advierte, con curiosidad ahora por comprobar «cómo se prepara mentalmente para aceptar la exigencia que el Granada le marca». Su entrenador en el Atlético Paso, de hecho, recrea cómo su antiguo pupilo le pidió reiteradamente el cambio durante un partido decisivo por la permanencia en aquellos meses: «Nos estaban bombardeando a centros y él no dejaba de tirarse al suelo por unas molestias en los gemelos aunque luego siguiera defendiendo cada acción al 100%. Al final le cambié, pero lo estaba haciendo fenomenal y nos ayudó muchísimo en esos minutos tan críticos».

Tanto Asier Garitano como Manolo Sanlúcar premian la humildad de Loïc Williams. «En aquel mercado de invierno con el Atlético Paso nada más llegar yo hicimos muchos cambios y él hizo de anfitrión para los nuevos pese a estar recién llegado también. Vive por y para su profesión», apunta Sanlúcar. Garitano, que habla de él como de «una esponja que lo absorbe todo», también remarca su ambición: «Tiene hambre por ser futbolista, y nunca se conforma con estar donde está... y eso es muy bueno».

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