Momento del pánico
La otra mirada ·
El Granada está intentando arreglar los motores de la nave en pleno vuelo, lo que es una temeridad, pero tiene que sumar tres puntos cuanto antes para romper una terrible dinámica negativaNo por conocida y repetida la historia deja de ser cruel. Este Granada endeble y generoso atrás con los rivales y sin pegada arriba, donde ... cuesta un mundo hacer gol, camina con paso firme hacia los puestos de descenso, hacia un desastre de imprevisibles consecuencias, porque ha entrado en una espiral negativa –seis jornadas sin ganar y dos puntos de 18 en juego– que parece no tener fin. En San Sebastián se vivió otro capítulo de impotencia e incapacidad. El equipo de Robert Moreno no logra enderezar el rumbo de la nave y solo queda rezar y que los nuevos fichajes cambien la cara de este enfermo, que está más cerca de entrar en la UVI porque los tratamientos, de momento, no surten efecto. Las cuatro derrotas consecutivas aumentan la sensación de pánico de un equipo que no despierta del coma y que está cada vez más cerca de los puestos de descenso. Si hubo mejoría ante el Real Madrid, en San Sebastián no se confirmó; como mucho, el equipo estuvo aseado en algunas fases y se entregó en el esfuerzo, lo que no basta para sumar puntos. Sí, quedan 14 jornadas, pero es tan mala la pinta...
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El conjunto granadino está escribiendo un guion muy similar al del curso del descenso (2016/17). Como entonces, es un equipo a la deriva, en caída libre y que parece incapaz de ganarle a nadie. La historia produce tanto miedo porque se ha vivido en temporadas pasadas. Entonces, casi nadie era consciente del peligro de perder la categoría y también parecía que había un equipo para mucho más. No es cuestión de buscar parecidos, o sí.
Ganar o ganar. Al Granada no le queda otra. Está intentando arreglar los motores de la nave en pleno vuelo, lo que es una temeridad, pero en medio de esa decisión, mientras llegan soluciones y se buscan otras, Robert Moreno y sus chicos tienen que sumar tres puntos cuanto antes para romper una terrible dinámica negativa. Desde el pasado 19 de diciembre, cuando superó al Mallorca, no suma de a tres el equipo granadino, que está ya a cuatro del infierno.
El primer tren por la salvación pasa hoy ante el Villarreal. Casi nada. No le queda otra al técnico catalán, que tiene ante sí un reto de proporciones mayúsculas y que sabe que necesita vencer cuanto antes para lograr credibilidad. Hablar de final para el Granada resulta una obviedad, pero es que el partido ante el conjunto de Unai Emery, otro de los grandes de la Liga, es mucho más que eso, ya que el equipo puede situarse un poco más cerca de esa zona de máximo peligro.
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